El fenómeno Xóchitl Gálvez Ruiz como potencial candidata presidencial de la oposición cambiará el ajedrez político local para elegir gobernador, 26 diputados y 217 ayuntamientos.
De resultar la hidalguense la candidata presidencial del Frente Amplio por México, por lo menos en Puebla sacará de la modorra a los cuadros dirigentes del PAN, PRI y PRD.
La carta electoral de la ex delegada de la Miguel Hidalgo de CdMx obligará a la oposición poblana presentar a los cuadros más competitivos al Senado y la Cámara de Diputados.
Será otro el efecto en las elecciones federales con Xóchitl Gálvez en la boleta para la elección presidencial porque provocará un efecto “ganador” para pelear por la mayoría calificada en las cámaras Alta y Baja.
Las probabilidades para Morena y sus partidos aliados de ganar las elecciones presidenciales son muy altas, como “marcas”, pero con candidata, con nombre y apellido, no será un día de campo para el oficialismo.
El fenómeno Xóchitl harán más atractivos los comicios locales por la gubernatura, diputados y alcaldes, y más de un político chapulín la pensará dos veces si se quedan con el Frente Amplio por Puebla o se va con Morena y sus partidos satélites.
La inercia nacional en la disputa presidencial, por el control del Senado y la Cámara de Diputados favorecerá las condiciones “anímicas” de los opositores en los estados donde elegirán gobernador, y le pueden pegar un susto a Morena en plazas importantes como CdMx, Puebla, Veracruz y Morelos.
No hay necesidad de que vista con un huipil al panista Eduardo Rivera Pérez, quizá él necesita ser más respondón como opositor, al igual que su adormilado partido, el PAN, para aprovechar la sinergia y el factor Gálvez.
Para el oficialismo en Puebla, el partido gobernante tendrá que replantearse en específico el mejor perfil a la gubernatura entre los tres principales aspirantes Ignacio Mier, Julio Huerta o Alejandro Armenta.
Con Gálvez como candidata opositora no le da mucho margen de posibilidades en apuestas morenistas como Claudia Rivera, Rosario Orozco u Olivia Salomón, pero potencializa el perfil de Ana Laura Altamirano.
El factor Xóchitl Gálvez empieza a adquirir una dimensión parecida al tsunami en 2018, generado por el mismo presidente López Obrador, al entramparse, porque desgasta a Claudia Sheinbaum con una pre campaña ilegal e inútil, al tiempo que sigue empoderando a una opositora.
