El presidente López Obrador, como todo beisbolista, “bateó” la pregunta de uno de los reporteros locales durante la conferencia de prensa “mañanera” el 5 de Mayo: “que decida el pueblo”.
Lacónico es su respuesta no quiso dar ninguna señal de respecto a quién es el favorito o favorita para la candidatura a la gubernatura de Puebla en 2024.
Esta misma línea la mantuvo junto con el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes para no incluir a ninguno de los dos poblanos parlamentarios Ignacio Mier Velazco y Alejandro Armenta Mier en las ceremonias por la celebración del 161 aniversario de la Batalla de Puebla.
López Obrador se hizo acompañar solo de tres de las llamadas por él “corcholatas” presidenciales: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto, parta placearlos en el acto cívico-militar.
No aparecieron tampoco junto al presidente la secretaria federal del Medio Ambiente, María Luisa Albores, Julio Huerta, Rodrigo Abdala o Claudia Rivera.
El presidente no ha decidido entonces quién será el abanderado de Morena a la gubernatura, o por lo menos no quiso dar ninguna señal a favor de alguien.
Empero los morenistas secretarios de Gobernación federal y estatal, Adán Augusto y Julio Huerta, respectivamente, utilizaron sin ningún recato el evento escolar y militar para realizar propaganda proselitista con sombrillas, gorras y globos.
El único ganón, en términos de rentabilidad política, fue el gobernador sustituto, no solo por la organización del evento junto con las fuerzas armadas, sino por el contenido y ángulo del discurso que quería escuchar el jefe del Ejecutivo federal: contra el conservadurismo.
Y con eso de que “amor con amor se paga” -frase muy utilizada en el régimen de la 4T-, la federación accedió a contribuir con los proyectos para dos años de este gobierno sustituto, valuados en 4 mil mdp.
A cuatro años de gobierno de la 4T en Puebla, es con Céspedes que se ve una luz en obras públicas relevantes para “hacer historia”, como lo serán la Línea 4 del sistema Ruta, la Central de Autobuses del Sur, nuevas vialidades y tramos carreteros en regiones del estado.
A diferencia del pasado reciente, se vio a un presidente López Obrador más empático con el gobernador Sergio Céspedes.
