Estoy cansada de correr tan rápido como puedo,
pensando que llegaría ahí más rápido si fuera un hombre.
Y estoy cansada de que ellos vengan por mí de nuevo,
porque si fuera hombre, sería “El hombre”.
Mientras Taylor Swift canta ese coro de su nuevo sencillo “The man”, en imagen, el hombre protagonista de su video, deja una habitación tras tener sexo con una mujer. En el pasillo fuera de la recámara, surgen varias manos de las paredes para celebrar que el hombre conquistó a una más, que la puede agregar a su lista. Él se ve asquerosamente feliz.
Cuando Taylor Swift dice que sería “El hombre”, ¿a qué se refiere?: A uno que es arrogante y condescendiente en el trabajo, agresivo en el deporte, uno que cumple con los requisitos indispensables de paternidad y es celebrado por eso, uno que ve a las mujeres como un objeto y el mismo que al ir en el transporte público, abre las piernas sin respetar el espacio de los demás. Ése es “El hombre” que Swift presenta en su video y que resulta ser ella, gracias a una caracterización.
Con esto Swift suma su voz a la de mujeres en todo el mundo hartas del machismo y la masculinidad tóxica. Actualmente sostiene un conflicto de autoría con un hombre que por cuestiones legales y monetarias, se rehúsa a darle los derechos de las canciones que ella creó. Es una situación tan repulsiva como el final del video, cuando “El hombre” ya de edad muy avanzada, se casa con una joven de 20 años y sigue siendo el imbécil de siempre. Como hombres, urge pensarnos y cambiar.
