Solo Madonna, ninguna otra figura pop podría haber hecho un video como “God Control” y salir bien librada. La tragedia de Pulse aún está muy reciente, la herida está muy expuesta, fue un acontecimiento que a la comunidad LGBT+ nos pegó muy profundo. Pero nadie más que Madonna se ha ganado el derecho de tomar un hecho tan oscuro de nuestra historia y re interpretarlo para demandar un control de armas en EU. Madonna tiene el permiso gracias a que toda su carrera se ha dedicado con devoción a la comunidad LGBT+. Nadie ha sido más visible, más aguerrida y más arriesgada que ella. Ya sea en la lucha contra el sida, en protesta contra el gobierno ruso o en volver tendencia mundial la cultura del voguing, ella ha estado ahí incondicionalmente.
Y más que el derecho, Madonna tenía la obligación de hacerlo, ya que, repito, solo ella tiene esa capacidad. Lo hace acompañada de uno de sus colaboradores más brillantes, Jonas Åkerlund, con una propuesta visual exquisita y una edición de premio. Esta es la Madonna que conmueve y transgrede, la que no veíamos desde “Erotica”, esa Madonna legendaria que todos demandan, uniendo imagen y sonido en una propuesta que trasciende en un mensaje social. En “Erotica” era la mujer como ser sexual, aquí es la violencia y la lucha en su contra.
Así es como Madonna decide llegar al cierre del WorldPride en Nueva York. Promete ser un momento clave en su carrera.