A inicios de marzo, en el marco del Día internacional de la mujer, hablábamos de lo fundamental que resultaría para los hombres evaluar sus privilegios en términos de género. A finales de este mes, el privilegio sigue siendo un concepto prioritario de análisis, pero ya no en la diferencia entre mujeres y hombres, sino en las clases sociales. Los famosos a través de sus videos cantando “Imagine” o pasando la cuarentena en sus lujosas mansiones en Beverly Hills han desatado la ira de muchos de sus seguidores en lugar de la simpatía que hubieran esperado; en tiempos de crisis un gesto bonito o un video gracioso ya no son suficientes.
Seguramente las celebridades no suben estos videos con malas intenciones, a final de cuentas envían el mensaje correcto, quedarse en casa. Pero no es lo mismo quedarse en casa en un jardín enorme como nos enseñó Jennifer Lopez, que permanecer en los hogares con miedo de las consecuencias económicas. En estos tiempos y circunstancias tan delicadas, los famosos requieren de expertos que manejen su imagen y que los guíen para lanzar mensajes positivos y no información que dañe la salud mental de sus seguidores.
Puede sonar exagerado, pero no lo es ¿Qué es lo que más hacemos en esta temporada de quedarnos en casa? Estar pegados a las redes sociales. Si nuestros cantantes y actores favoritos solo nos restriegan su privilegio en la cara, es un elemento más que nos causa ansiedad. Y lo mismo aplica para todo tipo de personas que seguimos en redes sociales. Hoy más que nunca, hay que aprovechar para hacer una limpieza digital y eliminar todo el ruido y aquello que nos incomoda. Los famosos tendrán que guardarse sus privilegios y usar de mejor forma sus vías de comunicación.
