Las crisis sacan lo mejor y lo peor de las personas. Por una parte hay muestras de generosidad, solidaridad y humanismo, y por la otra egoísmo, miseria y deseos de lucro. La actual epidemia de coronavirus despertó las peores ambiciones de los adversarios de la cuarta transformación de la República.
Desde el rencor y la marginalidad, estos adversarios piensan y desean que la tragedia humana que representa la epidemia y los problemas económicos que enfrentarán México y el resto del mundo harán naufragar el proyecto de la cuarta transformación. Ellos quieren ver los sistemas de salud rebasados, las escenas desgarradoras de la pérdida de vidas, así como familias padeciendo hambre y sin trabajo, un peso hiperdevaluado frente al dólar y el precio de nuestro petróleo por los suelos, para en ese momento señalar a la cuarta transformación como la responsable y sacar raja política de una tragedia nacional.
Lo que en verdad anhelan todas ellas y ellos es volver al estado de privilegio del que gozaron. Su lucha es por el restablecimiento del statu quo, tratan de restablecer las circunstancias donde ellos disponían de los recursos públicos como si fueran privados de manera impune. Tratan de volver al pasado, pero eso es imposible.
Por ello, desde el rencor de la derrota de hace dos años y desde la marginalidad política en la cual los colocó la sociedad por su falta de credibilidad y corrupción, se han dedicado a desacreditar y difundir noticias falsas. Quieren polarizar a la sociedad y desacreditar las acciones del gobierno.
México y el mundo enfrentan la mayor crisis sanitaria y económica de los últimos siglos. Los mecanismos para combatir la epidemia se rigen de acuerdo con criterios científicos, avalados por la Organización Mundial de la Salud y de las autoridades sanitarias nacionales y locales. La superación de esta crisis económica se enfrentará de acuerdo con los mecanismos más convenientes de cada país y región del mundo.
Una vez que las condiciones sanitarias lo permitan, nos vamos a reponer pronto. Porque tenemos una economía sana, una administración austera, un gobierno eficiente, cercano a la gente y todo esto lo sabe y lo apoya la sociedad.
Cabe señalar, que de ninguna manera considero que los mandatarios estatales forman parte de estos adversarios. La batalla cuerpo a cuerpo contra el coronavirus se da en los estados, estamos enfrentado la crisis de acuerdo con las características de cada entidad federativa y región, y de acuerdo con los lineamientos y estrategia que se da desde el gobierno federal. Estamos en la misma tormenta y en el mismo barco.
Los que en este momento enfrentamos una responsabilidad pública dedicamos todos nuestros esfuerzos a enfrentar la epidemia y lo vamos a lograr. Finalmente vamos a ganarle al coronavirus.
Nadie puede apostar su éxito en el fracaso de México. Así que los adversarios de la cuarta transformación fracasarán nuevamente, seguirán en la radicalidad y la marginalidad.
@MBarbosaMX
