La posibilidad de que el gobernador Samuel García pueda ser llevado a juicio político ha generado una serie de opiniones, algunas de ellas encontradas, y hasta la presidenta Claudia Sheinbaum se subió al trendy mandó un mensaje desde La Mañanera a favor del mandatario estatal.
Como era de esperarse, en el Congreso los diputados de las bancadas MC y Morena dieron su apoyo a Samuel, mientras los del bloque PRI-PAN insisten en sancionarlo por hechos incluso ya consumados.
El punto es que los políticos enfocan su atención en temas pasados y dejan a un lado los problemas prioritarios, como el combate al rezago legislativo y la aprobación del Presupuesto 2025, ambos de suma importancia para que la entidad siga avanzando.
Y no es que deban olvidarse de los recursos y procesos pendientes, sino más bien dedicarle más tiempo a los asuntos complicados como el rezago en las obras de infraestructura, especialmente las líneas del Metro donde por la lentitud de los trabajos pareciera que nunca serán terminadas.
O la delicada problemática de la contaminación ambiental, donde ninguna autoridad quiere asumir su responsabilidad.
El punto es que ni los legisladores, ni los funcionarios estatales quieren sacar la bandera blanca, ni tampoco se han dado el tiempo para escuchar a los ciudadanos preocupados por la falta de civilidad política.
Precisamente leí la nota de mi compañero Kevin Recio, quien se dio a la tarea de entrevistar a algunos actores de la sociedad nuevoleonesa y activistas, que están exigiendo poner un alto a esos pleitos para que busquen lograr un consenso.
Luis Ávila, quien es el director de Cómo Vamos, habla de lo que muchos pensamos, el costo y la incertidumbre que provocan los políticos con sus discusiones que parecen no tener fin.
Los más interesados en que el estado retome el camino del progreso somos los que con nuestros impuestos pagamos el sueldo de esos que en lugar de trabajar andan haciendo grilla de cantina. La pregunta es: ¿Quién va a ceder primero?
