Hace dos semanas, los vecinos del Contry la Silla Noveno Sector fueron objeto de una serie de difamaciones por parte de la directora del Instituto Arena, una escuela que da atención a niños con autismo, al asegurar que con amenazas impidieron el paso de manera arbitraria a los padres de familia.
Nada más alejado de la realidad, pues la señora Alejandra Cadena Gorena ha tratado de manipular a la opinión pública, argumentando que el cierre del acceso a la colonia es ilegal. Como dijo Jesús en el Evangelio de Juan: “La verdad os hará libres” y por eso dejo los datos apoyado en documentos, a la disposición de quien los solicite.
1.- Nunca existieron lonas que impidieron el acceso a personas de Arena. Las lonas colocadas son de la licencia de control de acceso, así como la sentencia donde el Instituto hace uso indebido de un domicilio particular, y la fotografía del internet donde sigue usando el domicilio de una vecina.
2.- De las 125 familias que iban en el turno matutino, varias de ellas desconocen que existe otra entrada, y otras mencionaron que estaba prohibido ingresar por ese acceso, por indicaciones de la directora del Instituto.
3.- El 12 de mayo cuando inició el acceso controlado, ella misma (Cadena Gorena) dio la orden para que los vehículos se quedaran parados, no permitiendo el ingreso por su puerta de origen. (Valle de Marsalla y/o Prolongación las Américas).
4.- El Instituto sigue haciendo uso indebido de un domicilio particular de una vecina, la cual ya acreditó ante la autoridad judicial que Arena en su escritura pública dice que se encuentra ubicado en el fraccionamiento de Valle del Contry Segundo Sector.
5.- La licencia de acceso controlado es para la colonia Contry la Silla Noveno Sector, que es totalmente ajena a la ubicación del Instituto ubicado en Valle del Contry Segundo Sector. Teniendo dos accesos de entrada, uno por José López Portillo y otro por la calle de Prolongación las Américas.
6.- Carece de permisos (uso de suelo) que le den legitimidad para las funciones que realiza, y las administraciones que han pasado no han querido actuar por temor o compadrazgo.
Los vecinos confían en que el alcalde Héctor García no se dejará intimidar por las presiones, porque no le asiste la razón jurídica a la propietaria de Arena.
