El estado de Puebla es uno de los que más eventos de riesgo tiene al año a nivel nacional. Cuenta con uno de los volcanes más activos, tiene cientos de incendios forestales en temporada de calor, y además está ubicado en una zona sísmica como mucha actividad.
Por si fuera poco, en época de lluvias se descargan decenas de milímetros de precipitaciones, ocasionando daños y lamentables pérdidas de vidas humanas en diferentes sectores de la metrópoli, y en la zonas serranas.
Por esa razón, las autoridades estatales y municipales han establecido protocolos, generando una cultura de la Protección Civil desde los centros escolares, para que los niños vayan tomando conciencia de la importancia de auto cuidado.
Eso contraste con la estadística que presenta hoy nuestra edición impresa, donde de acuerdo con datos del Secretariado, siete de cada 10 llamadas de emergencia son falsas, y nos ubica como una de las peores entidades en ese rubro.
La nota de mi compañera Elvia García señala que de enero a septiembre de 2024, cada hora se registran aquí 221 llamadas de emergencia al 911, ubicándose en dicho periodo en el lugar 10 con más casos, al sumar un millón 430 mil 71 de las 44 millones 152 mil 539 contabilizadas en el país.
Lo peor de esa estadística es que sólo el 30.3 por ciento de las llamadas en Puebla registradas al 911, fueron procedentes, es decir realmente reportaban algún incidente, lo cual nos ubica en el lugar 13 de 32.
Diría mi madre doña AnastaciaArreozola, en qué cabeza cabe que la gente juegue con algo tan delicado, y que de manera irresponsable desperdicien el tiempo con esas tonterías.
Además del desvío de recursos que ello representa, es increíble que alguien en su sano juicio esté utilizando un tema tan delicado para jugar con la vida de los que se desplazan a un evento que de antemano saben no existe.
Como muchos, pienso que quienes tienen la poca sensatez de hacer ese tipo de bromas de mal gusto deberían ser castigados con todo el rigor de la ley. Ojalá alguno de nuestros diputados pueda hacer algo al respecto porque estas iniciativas son necesarias para eliminar esta nefasta práctica.
