Aunque la consejera presidenta del IEE, Blanca Cruz García diga que la desaparición de las 2 mil 85 boletas es "un hecho aislado" que no pone en riesgo la elección, me parece que la funcionaria electoral se queda corta porque hubo un acto de irresponsabilidad de alguna persona.
Queda claro que el ladrón se enfocó en el vehículo y desconocía que en su interior traía ese valioso paquete, pero alguien debe ser sancionado o castigado, o al menos deben darle un estirón de orejas.
Cruz García también aseguró que ese material perdido o robado, como quieran verlo, será reimpreso con nuevos folios para que no haya posibilidad de que algún delincuente quiera sacar algún beneficio.
Debido a esa situación solo una casilla podría quedarse sin ser instalada, y tampoco llega a figurar porque son casi 8 mil en total, y en ese sentido nada cambiaría.
La presidenta del IEE quiso despresurizar el tema, pero la verdad es grave y no debe tratarse a la ligera; están a tiempo de reforzar sus medidas de seguridad.
Por su parte los partidos políticos exigen aplicar los protocolos de traslado para garantizar la entrega puntual, y les parece extraño la forma tan fácil en que se rompió la “cadena de custodia”, lo cual tienen razón. La que se fue al otro extremo es la señora Olga Romero de Morena, que siempre hace declaraciones desatinadas.
Otro tema que me parece todavía más delicado que las boletas robadas a un descuidado sujeto, es el de los hechos violentos que siguen presentándose a unos días de la elección.
El candidato de Movimiento Ciudadano Fernando Morales exigió a la Fiscalía que se ponga las pilas para esclarecer los hechos violentos donde se han visto afectados varios de sus compañeros.
Lo peor de todo es que este proceso tanto en lo federal como localmente, se han presentado ataques a los aspirantes de todos los partidos. Ninguno se ha salvado.
Desde los panistas Mario Riestra y Eduardo Rivera, hasta el morenista Pepe Chedraui, han sido víctimas de situaciones que nunca deberían presentarse, y menos en estos momentos.
Esto debe encender las alertas para que el próximo domingo 2 de junio todos estemos atentos, y sobre todo que cada uno haga su trabajo para que nada empañe los comicios.
