Cultura

Saltillo y Ramos Arizpe, Coahuila. Un viaje culinario

Me invitan unos amigos a una casa de campo en la ciudad de Ramos Arizpe. 

Llegamos por carretera desde Torreón a Saltillo, nos recibe una ciudad limpia con su alameda y parques bien cuidados con una oferta de restaurantes para abrir el apetito. 

Para mí el cabrito del Principal es el mejor, sin olvidar Don Artemio con una gran variedad de platillos tradicionales con “la vuelta como dicen el twist” de convertirlos en contemporáneos por su presentación y el añadido de algún que otro ingrediente que realza el sabor del platillo. 

La Pour de France ofrece un buen menú, me encanta su sopa de cebolla, y los tacos de Los primitivos con sus tortillas de harina y maíz son deliciosos.

Vamos a la Catedral de Saltillo, conocida como Catedral de Santiago. 

Se construyó de 1745-1800 se encuentra en el Centro Histórico frente al Palacio de Gobierno, han construido corredores peatonales que invitan a pasear en ese cuadro de la ciudad rodeado de museos y centros culturales. 

Vamos a comprar el pan de pulque, las chorreadas, molletes, y las empanadas de nuez, seguimos con los dulces de leche, las jaleas, mermeladas y conservas de verduras y frutas de Arteaga sin olvidar el licor de manzana y el mezcal de Ojasé de Juan Ramón Cárdenas.

El tráfico en la ciudad se ha vuelto un caos y los tiempos de traslado toman tiempo.

Ramos Arizpe esa ciudad campirana se convirtió en pocos años en una ciudad industrial, sin embargo sigue conservando su esencia. Comimos un lechón en leña y seguimos con los panes y dulces típicos de la región.

La casa a la que fui invitada, construida en los 60, está decorada al estilo mexicano con muebles y adornos principalmente de Jalisco y del Sur de México que le da un sabor y olor a nuestro país. 

Cuenta con una pequeña huerta de nogales y no podían faltar las hierbas de olor como el romero, la yerbabuena, el tomillo, orégano y chile piquín.

Uno de los amigos preparó un cabrito en salsa acompañado de frijoles refritos y un arroz rojo, todo aderezado con especies en donde no podía faltar el comino y el orégano con su buena ración de chile acompañado de las siempre bienvenidas tortillas de harina y también las de maíz.

Los desayunos: huevos con chorizo hecho en casa, guisados de chicharrón, papas con chile, chile con queso acompañados de café o jugo. 

Los guisos elaborados en el restaurante Patachueca de Chuy Aranzábal en Torreón.

Mis amigos se convirtieron en cocineros y tengo que decir que unos muy buenos. Ahhh. 

Se me olvidada también tuvimos una cena de comida árabe esta también elaborada en Torreón por la señora Bedia Zarzar con un sabroso kipe, jocoque, humos hojas de parra, calabacitas rellenas, tabule acompañado de pan también árabe. 

Uno de los amigos llevó vino de mesa, mezcal, tequila y chupitos de Galicia todo para acompañar y seguir la fiesta.

No podían faltar las caminatas para conocer la ciudad y claro también para adelgazar después de las comilonas.

El despertar nos lleva a dejar estas tierras del Sur de Coahuila con nostalgia y con el deseo de volver. Ojalá muy pronto.

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María Isabel Saldaña
  • María Isabel Saldaña
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