“Me siento comprometida con una realidad con la cual no estoy conforme y con la cual quiero colaborar para que de alguna manera cambie”.
Rosario Castellanos
La única arma que tiene la mujer en una sociedad en donde impera el poder del hombre es la educación formal.
De aquellos tiempos en que las mujeres no podían votar, ni tampoco ir a la universidad, y que su herencia dependía de los padres, luego de los esposos y más tarde de los hijos varones han pasado años y ha sido una lucha para tener derechos igualitarios y no depender más que de sí misma.
Las mujeres han logrado derechos antes negados y falta mucho por recorrer.
Por ejemplo el salario que reciben las mujeres es menor al de los hombres, el trabajo doméstico también es elaborado por mujeres.
Movimientos como “Me too”, o los colectivos en México en busca de derechos para la mujer están vigentes, como los de las desaparecidas, los feminicidios y todas esas mujeres invisibles que en sus espaldas está la economía de sus familias.
Las feministas luchan por tener los mismos derechos que los hombres.
El sufragio femenino fue aprobado en 1928 en el Reino Unido.
En México en 1953 el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal.
Fue en las elecciones del 3 de julio de 1955 cuando las mujeres mexicanas acuden por primera vez a las urnas a emitir su voto.
Grandes mujeres a través de la historia han luchado por un espacio dentro de una sociedad manejada por el poder patriarcal. Empezando por Sor Juana que tuvo que luchar con el poder de la iglesia virreinal para poder escribir.
Virginia Woolf en 1929 escribió un libro, su novela “Una habitación propia”, ha sido bandera del movimiento feminista.
Uno de sus temas era la desigualdad entre mujeres y hombres.
Su tesis era que la única manera que una mujer se independice es tener el suficiente dinero para tener libertad y tener “Una habitación propia”, para lograrlo es a través del trabajo y para eso necesita una educación que le permita vivir de ese talento.
Ella se refería a la escritura.
Simone de Beauvoir comenta: “Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre.
El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa”.
Ahora tenemos que luchar por tener el mismo sueldo y prestaciones que le dan al hombre.
Otra frase lapidaria: “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”.
Es verdad sí la mujer no quiere ser partícipe del yugo puede liberarse, esta frase también se aplica a la política.
Una de sus obras más relevante es “El segundo sexo” ese libro que ha influido a miles de mujeres y al movimiento feminista.
Nada se da por casualidad, la lucha por la igualdad lleva siglos, pero desde el último cuarto del XIX y en los siglos XX y XXI va a tener mayor visibilidad.
Imposible nombrar a tantas mujeres que han trabajado en favor de las mujeres y su causa, también es justo nombrar a las millones de mujeres que trabajan como hormiguitas sin reconocimiento alguno.
Gloria Steinem fue clave en la lucha feminista de los 60 y 70 en Estados Unidos.
En esa época viene un movimiento pacifista en contra de la guerra de Vietnam, el movimiento hippie y la música del Rock hacen su entrada al igual que la píldora anticonceptiva que va a revolucionar a la sociedad y el rol de la mujer.
Malala Yousafzai (1997) es conocida por su lucha contra el régimen talibán y la defensa de la escolarización de las niñas que la convirtió en una figura internacional.
Acreedora del Premio Nobel de la Paz con su libro: “Yo soy Malala”.
Greta Thunberg (2003) es otro referente por su lucha para frenar el cambio climático.
En México en el siglo XX aparece en escena una mujer excepcional: Rosario Castellanos, poeta, novelista, diplomática, académica entre sus muchos libros hay uno “Mujer que sabe latín” publicado en 1963.
Un artículo “Feminismo a la mexicana” cambio la percepción de mujeres y hombres.
Su lucha por los derechos de la mujer y los indígenas sigue vigente.
En la Comarca Lagunera también ha habido mujeres que han sabido dejar su huella en esta historia como Hermila Galindo, Soledad, Soledad González, Magdalena Mondragón, Enriqueta Ochoa, Magdalena Briones, Pilar Rioja, Sonia Salum.
Cada una de ellas en diferentes áreas rompieron con los esquemas.
A finales del siglo XX y hasta ahora Rosario Varela es otro referente en la lucha del feminismo en La Laguna. Ella es una de las fundadoras de Red de Mujeres de Torreón.
Esta organización ha apoyado el impulso a los centros Si Mujer, para que no desaparecieran y el acompañamiento legal y moral que han tenido con las familias de las víctimas de feminicidio.
Se ha hecho mucho y falta mucho todavía.
Queda claro que las mujeres seguirán en la lucha hasta obtener los derechos que les corresponde.
