No es el individuo, son sus acciones. Estas son algunas de las acciones de Humberto Moreira, a quien el juez Francisco Castillo González le dio la razón sentenciando al Dr. Sergio Aguayo a una reparación millonaria:
— Coahuila fue una de las entidades federativas más violentas del país durante su mandato como gobernador (2005-2011).
— Un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos señala la vinculación de autoridades de su gobierno con el crimen organizado.
— Como lo señaló Univisión en 2016, revelaciones en Cortes de Texas lo señalaron de haber recibido sobornos millonarios de Los Zetas.
— Durante su gobierno, Coahuila cayó en una crisis donde las cifras de personas desaparecidas comenzaron a ser alarmantes; como uno de los ejemplos de las violaciones a derechos humanos que sucedieron durante su gestión.
— Un legado de políticas financieras de su gubernatura con una deuda de 18 mil millones de pesos que nunca justificó en qué se gastó ni devolvió al erario.
— No justificó más de 13 mil millones de pesos que sumó del presupuesto de gasto social de su estado. De acuerdo con un análisis de El Siglo de Torreón.
— Capturado en España en 2016 por lavado de dinero y malversación de fondos, liberado días después por falta de elementos.
En su momento, el Dr. Aguayo respondió a la demanda de Humberto Moreira refiriendo que no existió en la publicación en su columna un abuso de su derecho a la libertad de expresión y que tampoco trasgredió la protección de los derechos de la personalidad del indignado ex gobernador.
También en su respuesta a la demanda, el Dr. Aguayo argumentó lo que probablemente es el punto nodal de toda la discusión sobre si hubo o no daño moral por la actividad periodística del columnista: Cualquier funcionario público, en funciones o después de abandonar su cargo, está obligado a someterse al escrutinio público.
En publicaciones anteriores he escrito que la Corte IDH también ha sentenciado que las autoridades tienen una protección al honor diferenciada a la del resto de los ciudadanos, pero que al mismo tiempo tienen una mayor influencia social y facilidad de acceso a los medios de comunicación para dar explicaciones o responder sobre hechos que los involucren, pero Moreira en 2016 abusó de los recursos legales y de su influencia política en el contexto de una Presidencia de la República y un partido político mayoritario que él sabía meterían las manos al fuego por él, igual que por algunos de los ex gobernadores del PRI señalados de corrupción y violaciones a derechos humanos.
Después de ser sentenciado a pagar una cantidad millonaria al indignado ex gobernador, el Dr. Aguayo ha buscado, como es su derecho, la protección y el amparo de la SCJN. Hoy el máximo tribunal del país tiene en sus manos defender la libertad de expresión de Sergio Aguayo y revocar la sentencia que coloca en el banquillo de los acusados a la persona equivocada. El que hoy el enjuiciado sea el periodista y no Humberto Moreira por los señalamientos en su contra, es una gota derramada que podría reflejar nuestro sistema de justicia, donde las autoridades corruptas no son blanco de las sanciones judiciales, sino aquellos valientes que legítimamente denuncian sus faltas.
@maiteazuela