En su libro Dialéctica erística, o el arte de tener razón Schopenhauer nos ofrece un elenco de 38 modelos de argumentos falaces, estratagemas desleales y engañosas que el autor propone para ser usadas como armas discursivas para imponerse sobre el adversario en cualquier negociación o debate.
Tal como enseña Aristóteles (siglo IV antes de Cristo), la retórica es la forma de la argumentación dialéctica propia del foro político que se propone persuadir al adversario y en general al auditorio que presencia el debate. La retórica posee dos modalidades dependiendo de la intención que motiva al ponente y al oponente: así, es buena si pretende convencer esgrimiendo la verdad, valiéndose de los elementos de la lógica para hacer evidentes las razones de conveniencia que sustentan los argumentos; por contraste, es mala si se propone vencer ofendiendo e intimidando al oponente y al auditorio, de manera que concedan lo que se les pida no por la verdad o pertinencia de los testimonios expuestos, sino por temor a seguir siendo insultados y humillados.
Precisamente, la erística es una de las especies de mala retórica, a ésta le dedica Schopenhauer la obra que contiene los 38 modelos argumentativos y otra más con el sugestivo título de El arte de insultar; ambos textos requieren falta o negación de ética en el político que conduce su labor de negociación y gobierno por la vía de la denostación y la mentira.
A nadie sorprende que Donald Trump sea autor del libro "The art of deal", el arte de la negociación. En esta obra sostiene que la estrategia para negociar con éxito debe ser: primero golpear y sorprender con agresividad a la contraparte para debilitarla y amedrentarla, de manera que sea fácil posicionar con ventaja el punto de partida del acuerdo. Esa metodología supone una aplicación práctica de las tesis erísticas de Schopenhauer.
La política es el arte de la negociación, la insolencia es el recurso de los débiles con poder.