Fue Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, quien con su firma en el Diario Oficial de la Federación dio por finalizada la emergencia sanitaria por covid-19 en el territorio nacional.
Fueron tres años de sufrimiento, tres años en los cuales miles de mexicanos perdieron la vida y otros más quedaron con secuelas luego de ser infectados por el virus.
El decreto firmado por el Mandatario de la Nación, establece que las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud, habrán de continuar con las acciones necesarias para prevenir, controlar y mitigar la enfermedad provocada por el covid-19, por lo que la Secretaría de Salud habrá de continuar con la ejecución de la Política Nacional de Vacunación contra el mortal virus.
Fueron tres años de pesadilla, por lo que todavía se recuerdan todas las afectaciones que empezó a provocar la llegada del virus a México, algo que nadie creía que podría pasar.
Se veían las imágenes de lo que sucedía en Europa, en donde empezaron los confinamientos, además, muchos tuvieron que trabajar desde sus casas, sin olvidar que en los países del viejo continente y de Asia, los decesos día con día aumentaban.
En el territorio nacional el covid-19 empezó a afectar a la población en general, los hospitales se saturaron, se tuvieron que lugares especiales para las personas infectadas y además, eran tantas las personas que perdían la vida, que las ambulancias para trasladar los cuerpos a incinerar, eran insuficientes.
Por fortuna y después de una, otra y otra ola, la calma empezó a llegar y ahora, pese a los contagios, se ha dejado de usar el gel antibacterial, el cubre bocas, así como el dejar la sana distancia y todo lo que en un principio se pidió para combatir al mortal virus.
Pese a la noticia dada por el Presidente de México, los contagios continúan presentándose, todavía hay decesos y nadie se debe de confiar, por lo que el mismo gobierno federal ha dicho que los ciudadanos deben seguir vacunándose y evitar exponerse a lo que queda del bicho en todo el país.
Por un momento se llegó a pensar que no habría vacunas, que el virus seguiría causando dolor y muerte en todo el mundo.
Ahora, parece que esa historia de terror está llegando a su fin y la vida ha vuelto a la normalidad.
Walter.juarez@milenio.com
