Se dice que la caída de lluvia en la región lagunera se da en forma cíclica, pero en esta ocasión han pasado muchos años y ya ni nubes se han visto, por lo que las tormentas han brillado por su ausencia. Se dijo que la tormenta tropical Alberto llegaría a la región, pero conociendo las condiciones de la misma, lo más seguro que estas lluvias se alejen de La Laguna y peor tantito, de las presas.
Hace 20 años se decía que poco importaba el hecho de que los ganaderos sobreexplotaran los mantos acuíferos, que las empresas paramunicipales que se encargan del agua en los municipios de La Laguna, perforaran a más de 500 metros, pese a saber que a esa profundidad lo que se extrae son metales pesados.
Pero en fin, los conocedores decían que no había que preocuparse por el abasto de agua, ya que siempre llegarían a la región, así como a la sierra lluvias extraordinarias, las cuales se encargarían no solamente de llenar las presas, sino también recargar los mantos acuíferos.
Ahora, se habla de que este jueves habrá bastante lluvia, se habla de la llegada del ciclón tropical llamado Uno, el cual terminará su recorrido en La Laguna, en parte de Durango capital y en la sierra, por lo que se esperan muchas precipitaciones y con ellas el beneficio de que todo vuelva a la normalidad y principalmente que las presas, vuelvan a tener agua para el proyecto Agua Saludable Para La Laguna, así como para los ciclos de riego agrícolas y lo principal, que se termine la sequía.. Pero muchas rancherías, ejidos, comunidades rurales, podrían verse beneficiados, ya que si llegan las lluvias tal y como se han previsto, sus vacas, sus chivas y demás animales de corral, podrán sobrevivir.
Esas personas que hace 20 años sostenían sus teorías, siempre decían que la naturaleza es sabia, que se podrían vivir momentos difíciles como lo es la escasez de agua, pero en un fin de semana todo el panorama podría cambiar, ya que un ciclón, un huracán que entre tanto por el Océano Pacífico como por el Atlántico, podría traer la suficiente fuerza para llegar al ombligo del país, a la mitad y las tierras laguneras verse beneficiadas.
Además, esas personas que hablaban con conocimiento de causa, indicaban que esta es una región que se le dice La Laguna, pero no hay lagunas, además, es una zona semidesértica, por lo que las lluvias brillan por su ausencia.
Ahora, se confía en que esta tormenta que llegará, pueda volver a dar esperanzas para que vuelva la vida en tierras laguneras.
Walter.juarez@milenio.com