Colegas periodistas, seleccionados mexicanos sensibles a los abucheos, Javier Aguirre: les presento a la afición de Torreón, a la afición Lagunera, a la afición del Santos.
Claro que la afición de Torreón abucheó a la Selección y, sobre todo, a Javier Aguirre. Y claro que la gente está en su derecho y que son libres de hacerlo como bien dijo el seleccionador tras el partido.
Qué bueno que la Comarca Lagunera abucheó a la Selección y a su entrenador. Hay un concepto maravilloso que mucha gente desconoce y no se sabe interpretar: el contexto.
Y el contexto previo al partido contra Uruguay era muy claro, por lo menos para La Laguna: su ídolo, su único ídolo, estaría jugando en casa representando a su país.
La casa del Santos, el estadio Corona del TSM, estaba en remojo y de plácemes para recibir a la Selección con los brazos abiertos.
La expectativa de la afición lagunera se elevó a un tamaño considerable porque por fin, y merecidamente, estaría Carlos Acevedo vistiendo la camiseta de México, defendiendo su arco. Un orgullo.
Pero Javier Aguirre tenía otros planes; él es el primero que nunca entendió el contexto de Torreón, del TSM, y de la afición lagunera.
Algo sucedió para que Acevedo no viera acción y solamente Aguirre lo sabe.
Tal vez también los directivos del Santos lo sepan, pero no lo dirán. Algo pasó para que el ídolo local, Carlos Acevedo, no jugara contra Uruguay.
En ese Estadio Corona que en la víspera Marcelo Bielsa alabó y elogió.
Tampoco algunos seleccionados entendieron ese contexto, empezando por Edson Álvarez, que irónicamente publicó en sus redes: “!Qué lindo estar en casa! Qué lindo es estar en casa, eh”.
Claro que el motivo imperante para el abucheo fue que Carlos Acevedo no vio acción en el partido.
Eso sí, con el agregado de que la Selección juega a nada. Aplaudo a la afición lagunera, que externó su coraje e indignación ante esa circunstancia 100% urdida por un egoísta y prepotente Javier Aguirre. ¿Qué le costaba?
¿Era demasiado pedir que viera acción el mejor portero de la liga?
¿Acaso no quería que Acevedo opacara a Malagón y a Rangel? ¿Era mucho pedir que la afición de Torreón viera a su ídolo jugar con su Selección, en su tierra, en su estadio y con su gente?
Era un partido amistoso. Era un partido de fiesta, y el dueño de la casa no pudo participar en esa fiesta. Una crueldad.
A veces es necesario tener algo de humanidad. Javier Aguirre y alguien (o algunos) de pantalón largo, no la tuvieron. Acevedo: no te preocupes, tu afición lagunera te adora.