Recibe apoyo de migrantes en Nueva York.
Yo conozco a Jaime Lozano desde hace muchos años, por razones familiares y porque lo he visto actuar, componer, tocar música y emprender un audaz viaje a la ciudad sede del teatro musical, que es Nueva York. Allí ha sido reconocida su calidad artística y recientemente los migrantes le entregaron una beca, para que siga trabajando en un tema en el que él es polifacético y, obviamente, tarde o temprano triunfará.
Jaime es egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León y por supuesto ha presentado algunas obras en Monterrey. En todas ellas luchó contra las desventajas de haber nacido aquí y obtuvo mínimos reconocimientos, muy pobre apoyo y en su fórmula polifacética y plural de hacer todo, incluyendo dirección, producción y ensayo musical, Jaime tuvo que abandonar su terruño e irse a otra parte.
Todo esto me recuerda una anécdota personal, cuando la Universidad fue la pionera en resonancia magnética por imagen. Primero se le reconoció en Europa que en Monterrey.
Descartes: Pienso, luego existo… Qué raro comportamiento sociológico: Nadie es profeta en su tierra.
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