Me gané un libro en un reto medio absurdo, pero triunfé y elegí 10 novelas, la vasta compilación que realizó Random House de una parte de la inabarcable obra del escritor argentino, que suele desparramarla por todos lados (de editoriales cartoneras a independientes y grandes consorcios). Además, acertaron al encargar el prólogo a Juan Pablo Villalobos. ¡Una gozada!.
Aunque al excéntrico escritor se le dan bien las novelas cortas, está reunión de una decena alcanza las 544 páginas -su volumen impone respeto de entrada-. En estos tiempos ya pocos se atreven con libros de extensión similar, pero de verdad que la aventura recompensa.
Aprovecho este espacio para señalar que la sola presencia de la primera pieza provoca una experiencia extraordinaria. Cecil Taylor está basada en un músico de jazz que vivió entre 1929 y 2018, pero la escritura de Aira no se apoya estrictamente en el aspecto biográfico y corre libre y salvaje por los clubes atascados de humo de Manhattan -¡cuando aún se fumaba en el interior!-.
En la novela se habla de un pianista cercano a la vanguardia que resulta un incomprendido y que sólo baila las lentas con el fracaso. En su momento, ni siquiera sus colegas reconocen su valía, pero se aferra a la convicción de que su música es algo importante. La narración nos hace acompañar a un creador en su sufrimiento y ante el desprecio de la gente (una y otra vez lo echan apenas comienza a tocar). Posteriormente, me entero de que la anécdota se la contó otro impresionante escritor argentino que por acá se conoce poco: Osvaldo Lamborghini.
10 novelas es una estrategia perfecta para incursionar en el universo amplísimo de un escritor total; una apuesta muy segura.
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