Ayer escuché varias veces el disco Las batallas de Porter y la experiencia fue más que grata; por la noche me tomé tres cervezas y me dormí esperando despertar con un puñado de canciones que acompañaran el día que se cumple un nuevo ciclo de mi existencia. No soñé con algo en especial. La costumbre añeja de sintonizar canales de videos me llevó a vestirme entre el trap argentino de Much Music y la oferta de VH1; con tantos clásicos fregones, el destino quiso que me fustigaran con Billie Ocean y Sheila E. No fue sino hasta el momento del desayuno y delante del aparato de sonido que uno puede decidir con que arranca y acompaña el día en que se es un año más viejo. Debo decir que durante esta semana estoy encantado con el nuevo álbum de Grimes que saldrá en febrero (y que tengo por adelantado), pero también me fascina la versión de “Me quedo contigo” de Rosalía, que tomó de Los chunguitos para mostrarla en los premios Goya. Deseo que en este día me acompañen también “Downtown train” de Tom Waits y “Pequeño vals vienés” de Silvia Pérez Cruz y Refree; maravillosas todas. Pero a estas alturas de la vida no hay una mejor canción posible que la versión que hizo We are standard de “All my Friends” de LCD Soundsystem. Se trata de un tema donde la épica va creciendo para apoyar a un himno auténticamente generacional: “Es el recuerdo de nuestros héroes el que todavía nos mantiene en pie”. Supongo que James Murphy jamás imaginó contar con una adaptación y traducción tan buena; WAS lograron una canción nostálgica, sumamente emotiva. A estas alturas de la edad no queda más que repetir: “no cambiaría mis errores por 5 años de tranquilidad… ¿dónde están mis amigos hoy?… ¡si pudiera ver a todos mis amigos está noche!”. Y con lo que me resta de energía emprender una danza alucinada.
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