Bueno. Durante las próximas semanas disfrutaremos los partidos más emocionantes del campeonato, veremos las mejores jugadas y confirmaremos que en la Liga Mx juegan extraordinarios jugadores mientras lamentamos por qué estos equipos, no siempre juegan igual. La Liguilla tiene la virtud de convertir el futbol regular en bueno y al futbol bueno en un gran espectáculo. Dos veces al año este juego nos ofrece una versión, casi perfecta, de lo que los aficionados esperan: goles, nerviosismo, dramatismo, intensidad, ritmo y calidad.
Regular. Líder solitario, merecido y absoluto del torneo regular, el América es, precisamente, lo que define a esta fase del campeonato: un equipo regular. La regularidad entendida como constancia, consistencia y continuidad, es lo más difícil de alcanzar en cualquier Liga del futbol mundial: los líderes por puntos son los equipos más competitivos en cualquier lugar. Lo que viene a continuación no es regularidad, sino capacidad, oficio y experiencia: la Liguilla no suelen ganarla los equipos que llegan como líderes, sino los que acuden a ella con un enorme liderazgo; el Club América, que tiene estas dos características, deberá volver a demostrar la misma regularidad.
Malo. Un colombiano, un venezolano, un uruguayo y un mexicano comparten uno de los títulos de goleo más internacionales en la historia de la Liga Mx. Con ocho goles en 17 jornadas, Cambindo, Rondón, Viñas y Antuna quedaron muy atrás de las cifras con las que antiguamente se ganaban los campeonatos de goleo. A pesar de tratarse de muy buenos atacantes, el número es muy malo. Campeones goleadores con cada vez menos número de goles, es una de las características más singulares del futbol mexicano en el que se dispara poco de media distancia, se remata mal de cabeza y se ha olvidado el arte de centrar al área: tres factores de nuestro viejo futbol que producían una buena cantidad de goles y goleadores.