Muchas veces las canteras son hijas de una crisis, siempre están ahí, para los equipos que las tienen y fomentan, pero en épocas de bonanza, títulos y éxitos muchas veces son olvidadas.
Para dar lecciones de cantera y tomar casos prácticos de ella está el Barça: cantera pura y dura. La última vez que este Club bajó a las profundidades de su cantera es porque estaba sumido en una crisis deportiva, entonces se sacudió el polvo, miró dentro de casa y encontró que en su tierra estaban todos los elementos para salir adelante: dio galones a Xavi, confianza a Iniesta, protagonismo a Messi, capitanía a Puyol, repatrió a Piqué y en el camino descubrió al joven Busquets; todos ellos, dirigidos por un entrenador novato que salido de su cantera, dirigía en ese momento a la cantera.
El Barça recuperó el tiempo y al mismo tiempo, se convirtió en un equipo que hizo historia. Años después los grandes éxitos, los grandes títulos y los grandes ingresos, hicieron que se olvidara de la tierra y sus canteranos; aunque seguían ahí, no encontraban un sitio en el equipo porque el Club estaba más preocupado por comprar que por producir. Las consecuencias fueron arrasadoras y el Barça entró en una nueva crisis, esta vez económica.
Y en eso está el Barça ahora, con poco dinero para comprar, pero con el mismo tiempo, espacio y elementos para seguir: su cantera, sus canteranos y un entrenador salido de ella cuya máxima virtud, hasta ahora, ha sido confiar en los jóvenes y debutar a dos de ellos, Cubarsí y Yamal con 16 años de edad. Estos dos extraordinarios jugadores junto a Fermín, Guiu, Gavi y Pedri que entre los 18 y 21 años, suenan como veteranos, son los jugadores que llevarán al Barça a una nueva época. Una vez más, la crisis ha puesto al descubierto la bendita capacidad del Barça para formar futbolistas, ponerlos a jugar en las condiciones más competitivas posibles y volver a ganar.