Cultura

Tenochtitlan 1521-2021

  • Paisajes abreviados
  • Tenochtitlan 1521-2021
  • José Luis Vivar

Una de las efemérides más destacadas en este 2021 serán los quinientos años de la caída de Tenochtitlan. Según la historia oficial, el asedio comenzó desde el 21 de mayo y concluyó el 13 de agosto de 1521. La matanza encabezada por Hernán Cortes y sus aliados, además de cobrar miles de vidas, significó el final del imperio Mexica y el inicio de la conquista en todo el territorio de lo que hoy es México.

Aunque no se trata de una celebración, el acontecimiento deberá ser motivo de la reflexión y el análisis en torno a los protagonistas: por un lado las motivaciones de los ibéricos. Por otro, la visión de los mexicas; y finalmente sus consecuencias. Más que limitarse al viejo argumento maniqueista que desde las aulas de la primaria se nos inculcaba. Quinientos después debe haber nuevas aportaciones histórico/filosóficas para dejar atrás el mito de que somos un pueblo conquistado.

La figura de Hernán Cortés ha sido juzgada y diseccionada a través de los siglos. Para unos es el padre de la mexicanidad, para otros un genocida. Más que héroe, un villano oportunista que supo aprovechar la situación de los pueblos sometidos, y las supersticiones del emperador Moctezuma. Entre una y otra versión es como se le ha conocido a este importante personaje.

Sin embargo, algo que se ha dejado de lado son los planes del conquistador, quien desde un principio manifestó su interés por expandir el reino de Carlos I de España, y V del Sacro Imperio Romano Germánico. Para Cortés, hacer la América no debía limitarse a saquear pueblos y quedarse con el oro. No señor, la meta a alcanzar era apropiarse con la joya de la conquista: Tenochtitlan y todo lo que comprendía como imperio.

Desde luego que la empresa no fue fácil. Diego Velázquez, gobernador de Cuba, sintió celos del extremeño y confabuló en su contra.

Para ello envió una expedición a cargo de Pánfilo Narváez para que lo apresaran en la naciente Villa de la Vera Cruz. Pero la suerte estaba de lado del conquistador: tras descubrir a los traidores y arrestarlos, el camino quedó libre para cumplir sus planes.

La caída de Tenochtitlan sirvió para enaltecer a Cortés como un héroe en España, y consumada la Independencia en México se le convirtió en un villano. Aun así, desde 1566 sus restos reposan en nuestro país. Después de sortear distintos lugares quedaron finalmente a un costado del altar mayor del templo del Hospital de Jesús en la capital de nuestro país. Y permanecerán allí hasta que no se disponga de otro destino.

Ojalá que el próximo mes de agosto se haga una revisión sin apasionamientos y con la participación de especialistas conocedores del tema. El fortalecimiento histórico es lo que más se necesita en México. Los nacionalismos siempre han sido peligrosos, sobre todo cuando se busca reivindicar causas perdidas.

Cinco siglos después nadie quiere la destrucción de ninguna manifestación artística o el cambio de nombres de calles y avenidas en el país que guarde relación con Hernán Cortes y acompañantes. Los hechos consumados no pueden modificarse, pero sí se les pude dar otra interpretación.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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