Cada año hay diversos eventos deportivos que ilusionan al aficionado a pesar de ser tan comunes como el Super Bowl o la definición de la Champions League. Sin embargo, después de vivir una locura de Copa del Mundo en diciembre, de ver revivir al 100% eventos y Ligas tras las restricciones de la pandemia, en donde incluso ya pasaron unos Juegos Olímpicos, a mi parecer entra una resaca, una resaca deportiva.
De la ansiedad por no experimentar nuestros tradicionales deportes de manera rutinaria, pasamos a un aglomerado de excitación por tenerlo todo en 18 meses, desde sueños cumplidos, hasta retiros de atletas que deseábamos nunca dejaran de competir.
Tengo que ser honesta, deportivamente son pocas las cosas que me ilusionan para 2023. El ámbito que ha definido parte de mi vida y mi carrera está cambiando por completo. Los ídolos con los que crecí se han despedido, los cracks que admiré están en el ocaso y si bien para eso en la mayoría de los deportes existen equipos que despiertan pasiones, su éxito o fracaso se vuelve rutinario.
No encuentro de qué agarrarme como aficionada, un aspecto que nada tiene que ver con lo que tengo que hacer en mi profesión. En ese perfil, claro que me ilusiona volver a trabajar para el Abierto Mexicano y más en la celebración de sus 30 años, me ilusiona ser parte de la NBA en México y sus contenidos especiales, me encanta compartir con colegas nuevos proyectos y estar día a día con ustedes en el espectro digital reflexionando historias alrededor del deporte.
Pero seamos sinceros, hay demasiado desgaste en lo que comunicamos los medios, y por lo mismo, en la afición tras los últimos años. Hoy más que nunca si bien siempre coincidí con la frase “El futbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”, al fin la vivo. Pero no solo el futbol, realmente cualquier evento de pan y circo para el pueblo.
Me quedo como siempre con que el deporte es cada vez más un espacio inclusivo, tanto para atletas de la comunidad LGBTTT, aunque aún hay mucho camino por recorrer, como para aquellos que deciden hablar de su salud mental u opinas de temas sociales y políticos. Mis mayores deseos deportivos para 2023 es que nos dejemos de tomar ciertos aspectos tan en serio, de creer todo lo que se discuta en los shows de debate en televisión, de caer en las trampas de los clicks, que expandamos nuestra cultura deportiva con historias más allá de los que sucede en cancha y que todo ello nos sirva para comunicarnos mejor.
Jimena Rodríguez
