La inversión privada es hasta ahora la gran ausente en la economía mexicana. ¿De quién o de qué depende la inversión privada?
Un factor muy importante es la política monetaria, cuyo ejercicio es competencia exclusiva del Banco de México.
La política monetaria puede ser expansiva o restrictiva. La primera se logra cuando el banco central baja su tasa de interés incrementando así la oferta monetaria en una economía. Si la tasa de interés que ofrece el banco central baja, los inversionistas se ven en la necesidad de retirar su dinero del banco y buscar otras inversiones más rentables, promoviendo así la inversión; si, por el contrario, la tasa sube, los inversionistas depositan su dinero en el sistema bancario sin invertir en proyectos productivos.
El Banco de México mantiene su tasa de interés en uno de los niveles más altos en todo el mundo, como se puede apreciar en la siguiente tabla:

¿Cuáles son las consecuencias de tener una de las tasas más altas en todo el mundo?
1. Carencia de inversión privada en proyectos productivos. Una tasa elevada inhibe la inversión privada en proyectos productivos pues se limitan a guardar su dinero en el banco.
2. Aprecia la moneda provocando que México sea menos competitivo en el comercio internacional. Un peso fuerte no es conveniente para las exportaciones, pues encarece nuestros productos y servicios al exterior haciendo más difícil su colocación y facilitando las importaciones, aunque por otro lado facilita el pago de los pasivos en moneda extranjera.
3. El dinero que se capta con esta tasa tan elevada desplaza a la inversión privada. Crowding out.
Cabe mencionar que desde que comenzó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y gracias a la austeridad y responsabilidad demostradas hasta ahora, el Banco de México ha ido paulatinamente bajando su tasa de referencia con la enorme precaución, cuidado y responsabilidad que corresponde a todo banco central.
La última modificación a la baja tuvo lugar el 19 de diciembre del presente año y estableció la tasa actual en 7.25 por ciento. Es una señal muy alentadora a la economía y a los mercados, ya que esta nueva baja en la tasa de interés se da tomando en cuenta el incremento del salario mínimo de 20 por ciento para 2020.
Es importante resaltar como esta última reducción a la tasa de interés del Banco de México no fue en respuesta a una disminución llevada a cabo por la Reserva Federal de Estados Unidos, que no modificó su tasa.
Tenemos todavía mucha brecha que recortar. Como podemos ver en la tabla, incluso países como Brasil y Chile tienen tasas mucho menores que la nuestra y Japón y Europa tienen prácticamente tasas negativas, la persona pierde dinero por tener su dinero en el banco.
Podemos concluir que: 1. La tasa del Banco de México sigue siendo muy alta, de las más altas del mundo, lo cual inhibe y desplaza la inversión privada en México y aunque alivia la deuda externa, nos hace menos competitivos en el comercio internacional, y 2. Si el presidente López Obrador mantiene el rumbo cuidadoso del manejo de las finanzas públicas, la inflación podrá seguir bajando, el salario real aumentando y también la tasa del banco central disminuyendo, fomentando así la tan esperada inversión privada.
*Maestro de la H. Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia.