Woldenberg, 'tatankeando' la noticia

En una entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en su programa, Los Periodistas, José Woldenberg (distinguido intelectual derechahabiente) hace una justa y elegante defensa no solo de la Nueva Vieja Banda TimbirINE, sino de mi Tatankita Córdova y Ciro Murayamasamí donde se demuestra que no pudieron haber tenido un mejor maestro. Con la boca retorcida y los ojos saltones, conteniendo la ira, apoyó a sus padawanes en un acto de generosidad quizá digno de mejores causas, haciendo caras y gestos sobre todo cuando se le cuestionó sobre los muy moderados emolumentos que sus buenos muchachos devengan y que hacen palidecer a Luis Miguel. Ya hubiera querido la mamá de Dumbo ese instinto sobreprotector cuando el pequeño paquidermo estaba en peligro. A lo mejor no hubiera estado mal un ejercicio crítico respecto a sus cachorros que, a pesar de su humanismo y frugalidad demostrada con sus chorromil asesores, no son hermanitas de la caridad. Digo, por lo menos para taparle el ojo al macho, tanta “Vistimización” no es buena para la salud.

Bueno, a lo mejor le quieren competir a Catémoc Gutiérrez de la Torre, amo y señor de la padroterapia intensiva que, contra todos los pronósticos y en un muy sentido homenaje a Chayito Robles y a Ricardo Anaya, se declaró perseguido político desde antes de que le otorgaran el acto de formal prisión. No se vale; que haya sido señalado por las víctimas de sus redes de trata y que las investigaciones periodísticas de Aristegui Noticias lo hayan dejado bien ensartado, no quiere decir que no tenga derecho a autoproclamarse preso político libertad. Puro incomprendido.

Como incomprendidos son los primeros tiktokeros de Nuevo León, Marianita y Samuel García que, después de pescar un marlin cual si fuera la estrella de Tiburón 2, ahora son señalados por ser parte de un cártel inmobiliario bastante siniestro que, a su vez, habría financiado la campaña para gobernador. Lo que hace la gente con tal de llamar la atención.

Pero no se preocupen, al rato los defenderá Woldenberg que no dijo nada cuando el Tribunal les quitó el multón que tanto se merecían; o el otro Calderón que trabaja de monero y que es más calderonista que el ex presichente Jelipillo y que prácticamente exige que la decoración del Aeropuerto Felipe Ángeles esté basada en caricaturas suyas, excelsas y cultas, donde el señor de las cubanderas aparezca en todo su esplendor de vendedor de tiempos compartidos en Iberdrola.