Gran gesto de la señora X al apapachar a Santi PRIL, ese líder del anticomunismo primitivo y jéiter de la Dictadura Macuspánica. Ahora el rey de la cruzazuleada política anda bocabajeado, pero pronto dará batallas como la de la Rabadán que no ha dudado en acusar a AMLO de robar la casa de Miguel Bosé, representante de Vox en México. Hasta se le adelantó a Salinas Pliego, que no tarda en acusar a los libros comunistas de la SEP de atracar al amante bandido.
En su afán por ganarse la candidatura del PRIANChu por la Ciudad de México, doña Kenia va a culpar a Andrés Manuel de la caída de Constantinopla, las guerras púnicas y del crack del 29. Nada como contemplar a un sector opositors tan lleno de entusiasmo, alegría y sentido común, encabezado por un señor que es toda morigeración y nada de despecho como Claudio XXX.
Esto se puede evidenciar en la manera nada previsible con la que el Mussolini de la torta ahogada, Kike Alfacho, digo, Alfaro, ha roto todos los esquemas de Dante Delgado en el infierno de Movimiento Ciudadano, solo para presionar para que el PAN naranja se entregue al Frente con la elegante valentía con la que Santi PRIL, que se pintó la sonrisa de carmín, se colgó el huipil que Xóchitl le regaló y aquella campaña presidencial que nunca estrenó, lo estrenó hoy. Pero Dante no peló al Kike (ya se sabe, se va a vender como si fuera el Messi de la política, pobrecito), que ahora renuncia a Movimiento Infrahumano y toca una dignidad que no han tenido los Chuchitos en fuga a pesar de las humilladas infames que les han puesto Alitititito Moreno y Markitititito Cortés, esos enanos del tapanco. No se vale que hayan dejado como la muñeca fea a un personaje tan lúcido e inteligente que le daba rumbo y certidumbre, aunque sea al precipicio, a la ultraderecha cavernicolita.
Afortunadamente tenemos a Kike Krauze, que para dar rumbo y certidumbre escribió un tuit en un inglés de Caleta-Caletilla, donde alegaba con un rigor académico inspirado en la dotora Dresser, que Lady X no es populista sino popular. Algún malvado izquierdoso dirá que ella no es popular sino populachera, confundiendo al populismo con el solipsismo.
Eso sin olvidar a un grande entre los grandes del PRIcámbrico temprano como Bob Madrazo, que ya acusó con no poca inquina que Beatriz Paredes ha perdido varias elecciones, que Xóchitl es la buena. Ni Vicente Vox desprestigia tanto a la Gálvez como el apoyo de Madrazo, dueño de Gelatinus.
