El show de Luis Rubiales, el próximo ex presichente de la Federación Española de Fútbol, es la historia del beso nada consensuado y de un ridículo ejercicio de vistimización a lo Santi Creel. Es lo malo de estar muy malito de su machismo misógino y heteropatriarcal falocentrista, a lo ChikiliQuadri y Pancho Martín Moreno.
El rabiosito de Rubiales es de la misma estirpe derecharia de la Gálvez y de Kinky Téllez, por eso elude responsabilidades y alega que prácticamente la jugadora Jennifer Hermoso lo acosó. En sus arrebatos, este cñor tiene mucho de Santiago Abascal, Aznar y Javier Milei, con los ojos de toro loco a lo subjefe Diego. Igual que el resto de los altos dirigentes del fútbol español que, luego de apoyar a Rubiales cuando no se negó a dimitir, pero en cuanto la FIFA pidió su cabeza de inmediato se pronunciaron contra el machismo y casi se autodenominaban feministas. Ya se sabe, fakeministas como Lilly Téllez, Claudio XXX, Markititito Cortés, Zambranitititito y Alitititito Moreno, no se diga Krauze, la Dresser y plutócratas que ven comunismo y brujería en los libros de la SEP.
Anticomunistas primitivos como el ministro Luis María Aguilar que, con una pequeña ayuda de la señora Piña, es un Chucho el roto al revés, que le quita a los pobres para darle a los ricos que no quieren pagar impuestos.
Muchos alegan que Rubiales se robó, igual que el beso a Jennifer, el gran logro de las seleccionadas españolas. Sin embargo, no solo se exhibió a sí mismo, sino a toda la estructura autoritaria. El conservadurismo voxista sufrió una buena revolcada, mientras el férreo espíritu feminista despertó la sonoridad planetaria que ponía bajo la lupa a quienes se hicieron bueyes con su solidaridad. Igual que los figurones mediáticos que no apoyaron a la periodista Marta Olivia López, que está siendo perseguida por Cabeza de Vaca, la misma vaca, solo porque señaló que uno de sus ranchos fue convertido en campo de exterminio.
No dudo que Rubiales pronto sea candidato del PRIANChu donde deben arder en deseos de reclutarlo. Cuando sea echado a patadas de la chamba, mi Luigi seguramente buscará hacer mucho dinero vendiendo dulces como Sandra Baticuevas. Y para reconstruirse, Rubiales seguirá las enseñanzas de Lady X, que en sus redes les revela a sus seguidores cuál es el secreto del éxito: “Ser fiel a ti mismo”, ilustrada con una imagen pasada hasta la saciedad por la inteligencia artificial, dejándola como una caricatura de sí misma.