La persecución política que sufren los choznos del Subjefe Diego no cesa. Y es que por querer ser como su Yoda barbón andan a salto de mata; ahora hasta cerraron la taquería Don Iraki, ahí donde #Lord Cuchillo tiene su nido, el jefecito del muy panista alcalde señor Tabe (que casi dijo que su pariente solo quería afilar su arma punzocortante con el pescuezo de su víctima), donde quieren dar en la Tabe. Y solo porque no tienen permisos ni nada, igual que los condominios chuecos del Cártel Inmobiliario Panista que no se puede ni escriturar, como si eso fuera necesario.
Pero quien sí la está pasando realmente mal es Monreal, por irreal. Por meter las manos al fuego por sus amiguis del sector opositors, ahora estos le quieren cobrar los favores prestados a la malagueña. Tan cerca del fuego que quedó tiznado. Por eso hoy vemos a Claudio XXX exigiéndole fidelidad como si fuera uno de sus esclavos del sector 7G de Kimberly Clark de México. El autodenominado júnior de centro-izquierda pero de tintes voxistas que, al ritmo de “Checa tu fuente”, asegura que no es empresario, que es “activista social” (no se rían) y que su partido es México (no se vuelvan a reír). Según tan distinguido fifilántropo porfifiriano, anda en esto por luchar la justicia y no porque quiera volver a los tiempos idílicos en que las empresas, que dice que no son suyas, no pagaban impuestos. Como también soy bien mentiroso, yo sí le creo.
En ese mismo tonito, Germán Martínez acicatea a Monreal como si fuera su jefe, exigiendo que cumpla con lo prometido y que se entregue al sector opositors. Y en cierta manera Martínez tiene razón, no vaya siendo que a mi Richard se le ocurra traicionar al PRIANChu como el propio Germy traicionó a Morena dando el clásico lillytellazo.
Pobre Monreal, en el partido que según él inventó, tampoco lo quieren por andar de huelemoles de la oposición. Yo hasta pensé que lo habían asustado tanto los opositores –que son peores que cobradores de Coppel—que iba a acudir de rodillas a la convocatoria de Claudio XXX en el Senado, ahí donde llegaron por sus frutsis y tortas un montón de enanitos del tapanco de esos que todo lo desprestigian. El líder creyó que iban a llenar el Zócalo y apenas convocó lo que un puesto de guajolotas.
Ahora ni Sandra Baticuevas podrá ayudar a Monry, pues ya pidió uno misterioso permiso para ausentarse.
Solo falta que sus amiguis opositores le espeten a Monreal un “¿Qué mirás, bobo?”, al estilo Messi.
jairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto