Cero y van varios. No sorprende que haya una agenda internacional ultraderechosa para apedrear a López Obrador, lo que sí es alucinante es que periodistas prestigiados y medios con renombre hagan lo mismo que Anabel Hernández, Carmen Aristegui y Loret Montajes de Mola, hacer ejercicios periodísticos de pésimo y reguetonero gusto, totalmente anti Kapuscinski, como el New York Times que, de por sí, lleva años desprestigiado con el acompañamiento acrítico que hizo con Bush para justificar la guerra en Irak y de Netanyahu mejor ni hablemos. O sea, si siguieran los lineamientos del periodismo, en vez de treparse sobre puros dichos sin pruebas, no harían el ridículo como Pro Publica y Tim Golden.
Digo, está muy bien que piensen que AMLO es el dictador de Macuspana, pero sin datos duros sus reportajes sirven solo para alimentar a los Troll Centers de Atlas Network y la ardidez de los Sarmiento, Krauze, Dresser, Brozos, Rivapayasoy demás goebelistas xochilistas, pero no para hacer un verdadero periodismo profundo. Así, cualquiera diría que el NYT está dirigido por Beatriz Pagés.
Y lo peor, al igual que sus émulos mexicanos (aunque no se sabe claramente quién copia a quién), los del NYT en vez de avergonzarse por su reportaje que no pasaría por bueno ni en una escuela patito de comunicación, se hacen las vístimas y se tiran al suelo a ver quién los levanta. Bueno, hasta el gobierno gringo, a través de la Secretaría de Estado los desmintió como en el caso de la DEA, pues no hay investigaciones contra AMLO.
¡Azi No ANlo!
Y todo basado en supuestos informantes de tercera mano, primos hermanos de un conocido de camión de un señor que no vino a la fiesta, como diría Chava Flores. Tantita jefa, bros.
Como que pensaron al estilo Xóchitl (que curiosamente ahí andaba en bicla por el New FakeTimes durante su gira del terror), “igual es chicle y pega”, pobrecitos. Supongo que el cuestionario francamente patidifuso e inquisitorial que le quisieron aplicar al presidente, también se lo van a hacer a CaldeRón que trabajó, como dice Sarkozy, para García Luna Productions que está entambado en Estados Unidos por narco.
O sea, si los del New Fake Times iban a ser injerencistas, le hubiera dicho a su reportera que no fuera narcisista, egoísta, exhibicionista, porrista, ultraderechista, y que incluyera unas fuentes, aunque fueran la de Petróleos, la Diana Cazadora o la Cibeles. Ni Vicente Vox llegó tan lejos.
El encaje es muy bonito pero no tan ancho.
