Así, sin recurrir a la educación científica y popular, el señor Brozo, el Trujillo tenebroso, y la distinguida dama del buen censurar, la dotora Denisse Drescher, afirman categóricamente que no ha habido mejor uso de los impuestos detenidos en recursos públicos, que en la manutención de la Suprema Corte. No puede ser que el autodenominado “pueblo bueno”, varado en la insultante austeridad republicana, pegue el grito en el cielo sólo porque los magistrados, Constitución en mano, lleven una vida muy próxima a la de la realeza británica. Es increíble que se pueda cuestionar que estos héroes dispongan de ocho celulares, 18 iPads y dos kilos de bipazos, para poder construir una justicia realmente justiciera y apoyar a seres de luz como Rosario Robles, o la esposa de García Luna Productions, o un torturador de rancio abolengo como Cárdenas Palomino.
No puede ser que haya miserables y canallas que les quieran escatimar Suburbans, restaurantes fifís, seguros, personal y apoyos solo para pachás, más ahora que los de la toga orillan cada vez más a la orilla derechosa.
Y lo peor es que a la lideresa de la Tremenda Corte, la señora Piña, la quieran molestar solo porque recibió un premio humanitario de una institución que ella misma preside.
Algo que sólo se puede comparar con aquellos cuentachiles que critican a la candidata del Grupo Atracomucho del Edomex, Alejandra del Moral, porque en una entrevista con López-Dóriga no supo diferenciar entre un dígito y dos dígitos, en un homenaje a la señora Zavala, pobrecita.
Seguramente tanto Brozo y Denise, que son de una inteligencia emocional superior, aplaudieron a Kinky Téllez por la manera en que salió del closet ultraderechoso para sentirse la reina de la “derecha moderna”. Más aún cuando el expresichente Calderón, felicitó a la culta dama por inaugurar “una narrativa diferente” del conservadurismo pando. Pues ni tan diferente y ni tan nuevo este discurso de la derecha premoderna, basado en un pensamiento pinochetista, que se parece tanto al Yunque, que no puede engañarnos. Como quiso engañarnos un gran representante del periodismo más artrítico y anquilosado, Jorge Berry, que se puso bien Pedro Ferriz y tuiteó que una de sus fuentes le había dicho que a los migrantes los dejaba pasar a México solo si y solo si, votaban por Morena en las elecciones. Alazraki, Denise y Brozo aplaudieron desde el casino donde Creel grita con ojos de toro loco los números del bingo.