Grandes dudas existenciales sobre tres cosas fundamentales:
1. Si como dice la investigación de Proceso el gran ex presichente Jelipillo les dio carta blanca a los de la CIA, esa benemérita agencia que anda por el mundo hurgándole los cojones a las naciones para beneficio del Tío Sam, ¿le habrán reportado la naturaleza de sus investigaciones y conectes?, ¿tendrá toda esa información guardada como hacía Nixon con sus grabaciones?, ¿nos podría decir más o menos si la estancia en México de los agentes de tan amistosa organización tienen acordado un plazo perentorio o su estatus está al nivel de los migrantes centroamericanos?
2. El destino de los recursos del Chapo Guzmán, la friolera de 12 mil millones de dólares (a ver si no se lo gastaron todo en excesos, maiceos, abducciones y oscuras transacciones), que se disputan tanto los gringos, que siempre quieren agandallarse hasta el último mendrugo de pan, como la Cuarta transformeichon, que quiere ese dinero para no andar pidiendo redondeos por Pemex. Ojalá Juan Collado o Coello Trejo recomienden un buen abogado para ganarle la partida a Trum.
3. Y, dadas las declaraciones de Amlove sobre algunos medios de comunicación que en lo general “no han sido buenos con nosotros”, ¿es previsible que antes de que regrese Mike Pompeo (siempre que oigo ese apellido me acuerdo del fotógrafo estelar de Playboy, Pompeo Posar, por las vías de las desviaciones generacionales) a ponernos orejas de burro, la prensa mexicana sea tomada por asalto y convertida en una sucursal del Granma? ¿Hay indicios para pensar en que tomando en cuenta que hay gente que no le aplaude a Andrés Manuel, este, en venganza, los meterá a tochos morochos en un tambo de máxima seguridad como el del Chapo para que nunca más vuelvan a ver la luz del sol hasta que no juren rendirle culto y llevar su retratito en su cartera?
Seguro que sí. Son tiempos oscuros para la libertad de prensa, ya ven que casi nadie puede decir lo que piensa, aunque lo haga como lo que queda de Jorge Berry, ese extraño coctel que combina lo mejor de Ricky Alemán, Esteban Arce y Carmelita Salinas.
A lo mejor la cosa se pone peor y para acabar de chamuscar a Reforma, Proceso y Sin Embargo, los van a acusar de estar metidos en la Caja Libertad.
Por supuesto, no faltarán los resentidos sociales que afirmen que ahora hasta quienes llevaban años abominando de Proceso se están suscribiendo.
jairo.calixto@milenio.com
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