No me hablen ahora de Nueva York, de Las Vegas y Disney World. La verdad, sí me comencé a angustiar cuando comenzó a correr el rumor de que estaban quitándole las visas a la gente, fundamentalmente morenistas o con tendencias progres buenaondita. ¡Qué horror! Perderme la dicha inicua de ser correteado por los fachos del ICE y terminar en el centro vacacional para extranjeros indeseables en Alligator Alcatraz, o mejor aún, en los tambos deshumanizados a la usanza Israelí de Bukele. Lugares idílicos donde te pueden dar una terapia de choque como la que cuenta Greta Thunberg que recibió de la policía de Satanyahu.
¡Qué difícil, perderte la maravillosa oportunidad de ir a Trumplandia donde los MAGA te pueden linchar, aunque en lo personal a mí me gustaría que en ese caso se quiten sus anticlimáticas gorras rojas y se pongan las originales capuchas blancas del KKK!
Por ahí dijeron algunos exaltados de derechosaurios que yo estaba incluido en esa lista y sí me angustié. Luego chequé que mi visa está vencida, maldita sea, pero para no decepcionar a la banda derechaira que anda muy frustrada soy capaz de ir a pedirla de nuevo solo para que me la nieguen.
Ya me veía yo en el oscuro rincón cantando como la gata bajo la lluvia y yendo a brindar otra vez con extraños, lamentando no poder ir a los yunaites a sentirme como Rosa Parks en un autobús.
De veras, no puedo entender que cada vez menos personas quieran pasar sus vacaciones en esa geografía tan idílica y amorosa, donde los extranjeros de cualquier lugar y de cualquier color puede saber lo que siente un palestino en Tel Aviv. Y tampoco se puede comprender que el pasaporte gringo haya salido del top ten de los pasaportes más poderosos del mundo. Ya no es lo que era. No puede ser si Trump lo ha hecho todo bien y ha sido tan humanitario y amigable.
Luego se supo que hubo un mucho de garlito en la información de Reuters. (¿La fuente será Rivapayacho?) Hasta el momento al más alto funcionario al que le quitaron la visa fue a un exgobernador priista de Guerrero, aunque usted no lo crea. El Noroñas cuenta que puede ir, si quisiera, a saludar a la Casa Blanca.
Los sospechosistas alegan que todo esto es un distractor del sector ultraderechoso para que la gente no cheque el trabajo que se está haciendo desde el gobierno de la presidenta Sheinbaum para apoyar a los damnificados por las lluvias. Lluvias que no fueron atípicas sino creadas en el laboratorio ultrasecreto del típicamente malvado López Obrador en Palenque.