Qué clase de sector opositors es este cuando decide arremeter contra Alititititiito Moreno que tan bien los representa (atraco en despoblado, desvío de recursos públicos, extorsión, y salinismo recalcitrante), justo en el momento en que está todo derrotado, triste, botoxeado y sin ilusiones. Qué clase de sector opositors es este que pretende sustituir a Alitititito por ser el presichente más loser de todos los tiempos y no por haber dicho que “A los periodistas no hay que matarlos a balazos sino de hambre”. Qué tipo de sector opositors es este que para deshacerse de Alitititititio han recurrido a Roberto Madrazo, una leyenda en el multiverso de la demagogia, la simulación y la trapacería, además de ser un perdedorazo de siete suelas. Su candidatura presidencial lo llevó al oprobio del oprobio, como cuando corrió el maratón de Berlín en taxi; es el Alititititito tabasqueño, cuya nada exitosa carrera política está indefectiblemente atada a una sentencia de la maestra Gordillo: “¿Tú le crees a Madrazo?, yo tampoco”.
Digo, Alititititito claramente se merece el linchamiento de sus congéneres partidistas, pero como es un linchamiento a toro pasado es un linchamiento para quedar bien, pero se les olvida a los opositores claudistas-tellizas-rabadanistas que sus votantes saben muy bien las porquerías que hicieron en las elecciones pasadas.
Si el KuKluxPAN, el PRIANChu y el tresequisgonzalismo se hubieran desecho de Moreno justo cuando comenzaron a abundar los audios donde pervertía todo lo que tocaba, quizá hasta hubieran ganado algo de credibilidad, reconocimiento y hasta votos. Pero ahora el asunto no parece ser más un chafa control de daños, que un verdadero ejercicio de conciencia.
O sea, qué clase de sector opositors es este como para que quien malamente lo encabeza, Claudito XXX, no sea un verdadero líder capaz de hacer un alto, un corte de caja, sincerarse consigo mismo y con su bola de inútiles contlapaches, para reinventarse. Reinventarlo todo, deshacerse del lastre, generar cuadros nuevos en vez de recurrir a las momias de Guanajuato. Porque ya se sabe lo que pasa cuando abres los sarcófagos: te caen sangrientas maldiciones y las plagas más temibles. Si esto pasó cuando resucitó a Labastida, al ingeniebro Cárdenas y a Perfidio Muñoz Ledo, imagínense lo que pasará ahora que ha despertado a Roberto Madrazo, por lo menos son siete años sin orgasmo y años manteniendo a Latinus, pobrecitos.
Jairo Calixto Albarrán