Los mexicanos hemos sido testigos durante los meses recientes de errores, dislates, leperadas, tropezones, pegadas de chicle en lugares indebidos, cambio de opiniones de un día para el otro, e innumerables metidas de pata y desatinos de la candidata de FCM a la presidencia de la República.
Con esas y muchas torpezas más, flor silvestre adereza cotidianamente en su campaña, son ocurrencias sin ton ni son lejos de ser propuestas. Así lo comentan periodistas, articulistas y reporteros serios de diferentes medios de comunicación.
Lo que la candidata se tardó en ver, es que las personas que debieran apoyarla, lejos de favorecerla la perjudican. Para empezar, los tres presidentes de los partidos que la lanzaron están muy devaluados. Su sonado desprestigio se lo han ganado a pulso. La mala reputación de cada uno de ellos es nacionalmente conocida.
Esos personajes están muy lejos de ser los guardianes de las buenas prácticas políticas. Bajo esta inapelable verdad, cualquiera que tenga alguna relación con ellos, su “honorabilidad” está en duda —Dime con quién andas y te diré quién eres— a pesar de los esfuerzos que ella haga para desmentir los múltiples señalamientos de los que sus promotores son objeto.
Por si los “impulsores” de flor no estuvieran tan devaluados, ahora Fox, Calderón y Peña Nieto, tres excelsos ex presidentes, se sumaron a su desangelada causa. Estos personajes lejos de aportar algo positivo para la campaña de la hidalguense le restan puntos, por el simple hecho de que ninguno de ellos es bien visto entre los mexicanos.
A todo eso sumémosle que la candidata declaró recientemente que se le agotó el presupuesto para continuar con su campaña —caray, va de mal en peor— ha dicho que los partidos que la lanzaron se niegan a aportar más dinero. Por eso ella propuso pasar la charola a la ciudadanía para juntar algo de lana.
El caso es que los grupos empresariales que estuvieron con ella en su arranque, tardíamente se dieron cuenta que invirtieron millones de pesos en un mal negocio y no están dispuestos a aportar un peso más.
Colofón
En cuanto a la participación de flor en la Coparmex la semana pasada, ella les exigió a los empresarios que no tengan miedo, que se pongan las pilas, que abandonen un par de meses sus empresas para que se sumen a su causa. De no hacerlo nos cargará el carajo, dijo al cerrar su fallido discurso. El organismo empresarial le respondió con un rotundo NO.