Hace unos días, me vi en la necesidad de visitar un hospital y al llegar a la entrada iba saliendo un doctor que me ha consultado, iba hablando por teléfono,se veía muy serio y ocupado, sin embargo, por un consejo muy acertado que me dio, me ayudó a resolver una situación; continué mi camino hacia el interior del hospitaly al estar esperando la llegada del elevador, en cuestión de segundos, pensé, no le he dado las gracias, en ese momento me regresé a la entrada, le hablé y le agradecí el consejo, el doctor sonrió y se retiró.
Cuando nos damos cuenta que una acción, un comentario, un consejo, puede repercutir al grado de cambiar la vida de una persona,tomamos conciencia y actuamos con responsabilidad procurando dar la mejor solución a una situación, desde nuestra mente y corazón.
Continuamente vemos en las redes sociales historias de personas que han afrontado situaciones, que por un buen consejo han llegado al éxito, actores, empresarios y políticos, han cambiado de giro al recibir una orientación de un conocedor,en lugar de seguir en un espiral sin salida que los llevó a un desgaste de energía y al fracaso.
Sin embargo, esas personas influyentes que son expertas y conocedoras, han luchado y han convertido su lucha en un fluir de energía, de tal manera, que en lugar de enfrentar una situación encuentran sus bondades y fluyen con ellas hacia mejores tomas de decisiones convirtiéndose en cazadores de oportunidades, en lugar de ser cazadores de problemas.
El ser una persona humilde de corazón, que no ve a la persona que está enfrente como su contrincante, requiere de mucha seguridad personal, de saber que son muy buenos en lo que hacen y que su único competidor, son ellos mismos.
Y cuando nos encontramos a esas personas influyentes que nos ayudan de corazón, sólo nos queda abrazarlos y darles las gracias, porque nos enseñan el camino que ya recorrieron para llegar a sus metas y nos orientan sin buscar un beneficio personal.
A esas personas con valores humanos, son las que hay que recolectar, darles un lugar en nuestras vidas y en nuestros corazones, sin dejarlas pasar a un lado sin antes darles la atención que también requieren, ya que ante todo son personas y merecen nuestro reconocimiento, aprecio y afecto.
Y al observar lo que mueve a las personas influyentes,nos daremos cuenta que es la búsqueda del bien común y nos percatamos de la importancia de elevar el pensamiento, de elevar la vibración y entonces nos acordaremos que en el pasado los estudiosos de la alquimia buscaban el arte de transformar el plomo en oro, es decir, transformar de lo denso a lo sutil, siempre desde la buena voluntad…
Cuando las personas influyentes dan una opinión lo hacen desde el corazón, desde la empatía, poniéndose en el lugar de la persona que está pidiendo la orientación, por eso fluyen, porque de entrada no ven obstáculos,lo que ven son oportunidades…
De buscar el cómo sí, en lugar de buscar el cómo no…
De buscar la paz…
Y sólo queda dar las gracias de todo corazón…
