En estos días de tanta incertidumbre con la llegada de nuestro desagradable visitante, el coronavirus, recordaba la antigua fábula “El Rey y la Peste” que cuenta sobre un rey árabe que atravesaba el desierto cuando se encontró con la peste. El rey le preguntó inquieto: “Peste ¿para dónde vas?” a lo que la peste le respondió: “Voy a Bagdad a matar a 500 personas”. Días después volvieron a encontrarse y el rey muy disgustado lo increpó diciendo: “Peste mentirosa, me dijiste que ibas a Bagdad a matar 500 personas y mataste 5 mil” a lo que la peste respondió: “Efectivamente yo maté 500 personas. Los demás se murieron de miedo”.
Y vaya que al ver imágenes de gente llenando sus carritos del súper con desinfectantes en aerosol, gel antibacterial y recorriendo con angustia todas las farmacias sin encontrar cubrebocas, fue como estar viendo la parte de la fábula que no nos cuenta el autor. El miedo está invadiendo nuestras calles y plazas. Miedo que por cierto, está siendo aprovechado por ciertos grupos políticos, para tratar de sembrar la desconfianza en las acciones de las autoridades de salud; como si las enfermedades tuvieran colores partidistas o pudieran evitarse en un mundo tan globalizado. Sin embargo, debes de saber que ese miedo desmesurado es más peligroso que el propio coronavirus.
Esa actitud conocida como trastorno de ansiedad por enfermedad, comúnmente llamada hipocondría, puede provocarte presentar los síntomas relacionados con la enfermedad. Incluso, ese miedo que recorre tu cuerpo, es justamente el causante de que tus defensas bajen y te vuelvas más susceptible a enfermarte de cualquier cosa. Por eso hoy mi invitación es a no dejarte llevar por el pánico de la desinformación.
Con acciones tan simples como el lavado de manos constante, no tocar tu cara con las manos sucias, estornudar en la parte interna del codo, dormir bien, alimentarte correctamente procurando consumir alimentos ricos en vitamina C e iniciar tu mañana con una taza de agua tibia con jugo de limón sin azúcar, es todo lo que tienes que hacer. Pues de hecho, si de buscar “monstruos mortales” se trata, hay muchas cosas que matan más que el coronavirus cuya tasa de mortalidad es menor al 2%.
La gripe común mata 60 veces más gente por año. La violencia de género, tan comentada últimamente, mata en promedio 10 mujeres a diario. Y de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, en México mueren 24 mil personas al año en accidentes de tránsito, lo que nos coloca en el séptimo lugar internacional. En fin, la lista es interminable. Así que habrá que analizar en qué enfocas tu atención, pues lo que temes es lo que atraes. Y el miedo enferma y mata. O a ti ¿qué te dice el espejo?
, el coronavirus, recordaba la antigua fábula “El Rey y la Peste” que cuenta sobre un rey árabe que atravesaba el desierto cuando se encontró con la peste. El rey le preguntó inquieto: “Peste ¿para dónde vas?” a lo que la peste le respondió: “Voy a Bagdad a matar a 500 personas”. Días después volvieron a encontrarse y el rey muy disgustado lo increpó diciendo: “Peste mentirosa, me dijiste que ibas a Bagdad a matar 500 personas y mataste 5 mil” a lo que la peste respondió: “Efectivamente yo maté 500 personas. Los demás se murieron de miedo”.
Y vaya que al ver imágenes de gente llenando sus carritos del súper con desinfectantes en aerosol, gel antibacterial y recorriendo con angustia todas las farmacias sin encontrar cubrebocas, fue como estar viendo la parte de la fábula que no nos cuenta el autor. El miedo está invadiendo nuestras calles y plazas. Miedo que por cierto, está siendo aprovechado por ciertos grupos políticos, para tratar de sembrar la desconfianza en las acciones de las autoridades de salud; como si las enfermedades tuvieran colores partidistas o pudieran evitarse en un mundo tan globalizado. Sin embargo, debes de saber que ese miedo desmesurado es más peligroso que el propio coronavirus.
Esa actitud conocida como trastorno de ansiedad por enfermedad, comúnmente llamada hipocondría, puede provocarte presentar los síntomas relacionados con la enfermedad. Incluso, ese miedo que recorre tu cuerpo, es justamente el causante de que tus defensas bajen y te vuelvas más susceptible a enfermarte de cualquier cosa. Por eso hoy mi invitación es a no dejarte llevar por el pánico de la desinformación.
Con acciones tan simples como el lavado de manos constante, no tocar tu cara con las manos sucias, estornudar en la parte interna del codo, dormir bien, alimentarte correctamente procurando consumir alimentos ricos en vitamina C e iniciar tu mañana con una taza de agua tibia con jugo de limón sin azúcar, es todo lo que tienes que hacer. Pues de hecho, si de buscar “monstruos mortales” se trata, hay muchas cosas que matan más que el coronavirus cuya tasa de mortalidad es menor al 2%.
La gripe común mata 60 veces más gente por año. La violencia de género, tan comentada últimamente, mata en promedio 10 mujeres a diario. Y de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, en México mueren 24 mil personas al año en accidentes de tránsito, lo que nos coloca en el séptimo lugar internacional. En fin, la lista es interminable. Así que habrá que analizar en qué enfocas tu atención, pues lo que temes es lo que atraes. Y el miedo enferma y mata. O a ti ¿qué te dice el espejo?
