Ningún hijo puede llegar a ser feliz si carga a cuestas la imagen de alguno de sus padres emocionalmente debilitado. Una madre sumisa y permisiva, que sin ser feliz, decide sacrificarse y quedarse a vivir en una tortura emocional por parte de su pareja, estará educando hijos con una autoestima maltrecha.
Acostumbrados a entender el amor como sumisión y sufrimiento. Sin capacidad para creer en el enamoramiento real y auténtico. Un padre agresivo y violento, estará educandohijos indefensos y con resentimientos, y se convertirán en adultos convencidos de que la vida les debe cosas y que el mundo está en deuda con ellos.
O les hará agresivos y vengativos, e irán por la vida cobrando facturas a gente que nada les hizo.
El padre que abandona la casa y olvida a sus vástagos, estará minando la confianza y la seguridad personal de los mismos. Estos niños llegarán a interpretar ese abandono como un signo de que no merecen el amor. Y tendrán relaciones siempre con personas inaccesibles afectivamente porque no se sienten dignos de ser amados.
Vivirán con una sed de afecto que no puede ser saciada nunca hasta que ellos no enfrenten esas carencias emocionales. Algo similar ocurre con la madre que, aún estando presente, no sabe cómo transmitir ternura y sensibilidad a sus hijos porque se ha dedicado a trabajar y esforzarse por ellos y no le queda energía ni tiempo para ser amorosa.
Ha cerrado su corazón para no enfocarse en el dolor de la soledad de una vida dura, y sus hijos estarán creciendo carentes de la capacidad para identificar el amor y la dulzura.
No necesitamos ser padres perfectos. Necesitamos ser padres felices para que nuestros hijos puedan sentirse completos y emocionalmente equipados. No hay manera de que un niño llegue a sentirse a plenitud si sus padres sufrieron o vivieron en continuos sacrificios.
La memoria emocional de un niño no podrá cambiarse con facilidad; y llevar en ella el recuerdo de unos padres sufrientes, débiles o distantes, lo hará creer que no merece ser feliz, y por lealtad inconsciente a sus padres, estará buscando la manera de que en su vida también halla lágrimas y una felicidad que nunca se sentirá por completo.
