Cada fin de año la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), integrada en forma tripartita por los representantes de los factores de la producción: capital y trabajo, y del gobierno; anuncia los nuevos salarios mínimos, los cuales son aumentados desde hace alrededor de 35 años, unos centavos o hasta dos o cuatro pesos diarios; los cuales resultan totalmente anticonstitucionales porque la Carta Magna ordena que los salarios mínimos deben “ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Pero en este año sucedió algo insólito: la mayor parte de los sindicatos patronales que se llaman cámaras empresariales, como Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), para diferenciarse de los sindicatos de trabajadores, pidieron a la CONASAMI que el aumento al salario mínimo para 2017 fuera de $73.04 a alrededor de $89.00 diarios; pues lo histórico es que ese incremento lo pidan los trabajadores, no los patrones; lo que significa que ante la escandalosa pérdida del valor adquisitivo de los salarios mínimos, por ser irrisorios sus aumentos, la estruendosa caída del peso ante el dólar, y el alza inmoderada de la canasta básica y otros artículos de primera necesidad, los mismos empresarios están pugnando por aumento a los salarios para que los trabajadores les puedan consumir.
Por lo que este pasado 2 de diciembre la CONASAMI anunció un aumento de siete pesos a los $73.04, para que el salario mínimo en 2017 sea de $80.04; con ese motivo fue entrevistado Basilio González, titular de la CONASAMI; y de ella se desprendió el conocimiento de su sueldo, que es de $173,000.00 mensuales; lo que constituye una ironía o una paradoja, pues mientras millones de trabajadores ganan dos o tres o a lo más cuatro salarios mínimos, el encargado de regular precisamente la capacidad adquisitiva de los salarios mínimos, gana alrededor de 78 salarios mínimos diarios.
Por lo que las autoridades competentes deben de tomar cartas en ese estratosférico sueldo del titular de la CONASAMI, para que se le reduzca al máximo su insultante salario.
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