Política

Buques y fantasmas

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

La noticia no era en realidad noticia. En la costa de la isla de Sado, al norte de Japón, apareció hace unos días un pequeño pesquero, arrastrado allí por la marea. Debía llevar bastante tiempo a la deriva, porque en su interior estaban los cadáveres de la tripulación, cinco cuerpos en un grave estado de descomposición, tanto que en dos de ellos la cabeza se había desprendido del tronco. En el casco del barco había inscripciones en coreano, por lo que se supone que pudo haber zarpado de la península de Corea, y por alguna razón perdió el rumbo o quedó sin instrumentos y se extravió en el mar.

La información que había era esa, nada más. O sea, algo que no tenía por qué llegar ni a la nota roja, salvo en la prensa local de la isla de Sado. Más todavía, porque el caso es bastante frecuente: docenas de barcos llegan cada año a las costas de Japón, restos de naufragios o pesqueros arrastrados por la corriente, hasta 100 o 150 según el Yomiuri Shimbun (muchos de ellos de Corea del Norte, que es la costa más cercana).

El National Post de Canadá, profesional y canadiense, sabe sacar una noticia de ahí. Primero hace falta un titular: “Un ‘buque fantasma’ aparece en una isla japonesa con cinco cuerpos humanos y dos cabezas cortadas” (nótese el detalle: cortadas). A continuación, un tema atractivo para el lector común: “Funcionarios locales sospechan que podría ser de Corea del Norte”. Y con eso ya sabemos que hay un trasfondo siniestro. La parte macabra: “No está claro si las cabezas pertenecen a los dos cuerpos sin cabeza…”, de modo que una escrupulosa precaución forense abre un horizonte casi ilimitado de conjeturas. Y la explicación, imaginable: el gobierno norcoreano “presiona a los pesqueros para que vayan más lejos, para conseguir mayores capturas”, a pesar de que no tienen equipo para eso. La BBC, británica e imparcial como siempre, solo añade que en otras ocasiones se ha especulado sobre la posibilidad de que en esos barcos a la deriva hubiese “prófugos o espías del régimen represivo del líder norcoreano Kim Jong-un”.

Para cuando la noticia llega a La Vanguardia, de Barcelona, la historia está completa. El periódico no hace más que poner el patetismo grandilocuente y mentiroso que es habitual en la prensa española. El titular es una novela entera: “Llega un escalofriante ‘barco fantasma’ a las costas de Japón con esqueletos y cabezas humanas”. Y el subtítulo: “La embarcación provenía de Corea del Norte”. El relato es emocionante: los habitantes de la isla “todavía no salen de su asombro”, las autoridades “tratan de comprender por qué había algunos cuerpos con cabezas y otros sin” (porque lo normal es que lleguen todos con o todos sin). El periódico admite que es algo “relativamente frecuente”, pero aun así hay historia: “la mayoría son personas que tratan de escapar por mar del régimen de Kim Jong-un”. Y el gran final: “Otros en cambio, o al menos eso creen los locales, son disidentes que el régimen deja a la deriva en el mar de Japón, sin provisiones ni agua”.

A partir de nada tenemos otro ejemplo de la crueldad ilimitada de Kim Jong-un. Para lo que se ofrezca. Año nuevo, y la misma prensa de siempre.

Google news logo
Síguenos en
Fernando Escalante Gonzalbo
  • Fernando Escalante Gonzalbo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.