Política

Lluvia de peluches

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“¿Hasta qué punto puede alguien conocer de verdad a cualquier otra persona?”.

Irvine Welsh

Una vez más Mariana Rodríguez Cantú se ha convertido en el rostro visible de un movimiento que trasciende a las redes sociales. Aquellos que pensaban que el fenómeno de la esposa del gobernador Samuel García era estrictamente electoral y que su popularidad sería efímera, mediática y con el tiempo desaparecería, temo decirles que llegó para quedarse.

El pasado lunes, la titular de AMAR Nuevo León dio muestra de que su poder de convocatoria no ha disminuido. Durante el medio tiempo de la final femenil de futbol saltó a la cancha para ser recibida con una lluvia de muñecos de peluche. Junto a la directiva de Tigres, Rodríguez Cantú pidió a los aficionados que asistieran a la gran final que llevaran consigo juguetes y obsequiarlos a los que no tienen la posibilidad de recibir un regalo para esta Navidad.

En este espacio hemos hecho notar que Mariana se convirtió, sin quererlo, quizá en el rostro que conectó lo político con millones de usuarios de las redes. Entiende los nuevos lenguajes para las masas, sabe y logra viralizar lo que se dice para después trasladarlo a la vida cotidiana.

Igual se deja fotografiar rodeada de niños, que jugando en un puente; ha provocado a través de las redes que la gente hable de los olvidados, sobre temas que generaban poco interés como lo son los niños del DIF que sufren violencia, enfermedades terminales o miedo de volver a una casa rota y donde corren riesgos.

Históricamente el rol de la primera dama se ha reducido a estar detrás del marido, él es el que importa, el marido es por quien votaron. El caso de Rodríguez Cantú es diferente, nos ha puesto a hablar de ella con todas las implicaciones que lleva desde antes del 2024.

Sus acciones, más allá de ser buenas intenciones, tienen un objetivo político: ponen en la agenda del gobierno y la sociedad a los infantes rotos, marcados por una sociedad ausente. Si me permite el símil: como Santa Claus, no me importa si lo inventó una refresquera, los niños la mañana del 25 son felices por el gordo bonachón de traje rojo. Así ella, no importa si el interés es o no genuino, lo trascendental es visibilizar a los olvidados.

Enrique Burgos Véliz

@enriqueburgosv


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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