Todavía es mucho lo que no sabemos sobre el virus responsable del covid-19. Esta semana el laboratorio Moderna, una de las empresas al frente de la carrera para desarrollar la vacuna contra la enfermedad, reveló que la primera fase de su periodo de prueba resultó en el desarrollo de inmunidad entre todos los pacientes que participaron del experimento.
Una muy buena noticia, pero apenas la primera pieza del rompecabezas. Los resultados de esta etapa no resuelven si la inmunidad desarrollada por todos los participantes los protege contra el covid-19 en todos los casos, ni tampoco cuánto duraría. Como ya lo dije, todavía es mucho lo que no sabemos sobre el virus.
Lo que sí sabemos es que el virus no afecta a todos por igual. Las decisiones que toma cada gobierno, su ejecución y factores estructurales, como la pobreza, determinan la severidad con la que la enfermedad impacta a cada país y cada segmento de la sociedad.
En Estados Unidos, las comunidades inmigrantes, por ejemplo, enfrentan tasas de infección y muerte muy por encima a la del resto de la población. En México, miles de solicitantes de asilo retornados desde Estado Unidos y repartidos a lo largo de la frontera en campamentos y albergues improvisados viven en riesgo constante al verse particularmente vulnerables a los efectos del virus.
En Matamoros, docenas de familias enfrentan la incertidumbre de un proceso migratorio amañado en su contra gracias a la complicidad del gobierno mexicano y el acecho del virus que ya ha comenzado a cobrar positivos en el campamento.
Los migrantes sobreviven gracias a donativos y al trabajo de organizaciones como Médicos Sin Fronteras y GRM que han instalado hospitales móviles en la zona. A más de un año de la creación del campamento y en plena pandemia, la pregunta es cuánto tiempo más van a permanecer así.
Trump y López Obrador acordaron mantener a estas familias en una especie de limbo legal, atrapándolos en la frontera. Ninguno quiere asumir la responsabilidad y ambos apuestan a que su presencia pase desapercibida ante la emergencia. Pero los migrantes siguen ahí, esperando y arriesgando todo por llegar a su destino.
@Enrique_Acevedo