El primero de tres rounds rumbo a la elección presidencial culminó con un cúmulo de comentarios y análisis sobre la participación de las candidatas y el candidato a la presidencia de México.
El más recurrente entre la opinión pública fue, ¿quién ganó el debate?, una narrativa ya clásica entre los equipos de campaña y promoción para insertar en la conversación colectiva al gran perdedor o perdedora, más que al que pudo haber sido el triunfador.
Y es que todavía existe la creencia, sin sustento estadístico vigente, de que con los debates se puede modificar el sentido del voto, o bien se le puede restar puntos a quien va a la delantera y que al llegar a las urnas esto será tomado en cuenta.
La experiencia mexicana con dichos encuentros señala que no son determinantes para hacer ganador a alguien, ni tampoco modifican demasiado el sentido de los sufragios, y si acaso potencian la imagen o popularidad de las personas, no son algo que defina los triunfos o las derrotas.
Recordemos cuando Cuauhtémoc Cárdenas en dos elecciones presidenciales, fue de los más aclamados por la sociedad intelectual y “los más informados”, y a la postre perdería en ambas contiendas; lo mismo el propio AMLO quien en dos intentos fue el mejor rankeado en los debates, pero que al final no pudo consolidar un triunfo sino hasta la tercera vez, en 2018.
Ayer a la que mejor le fue en los comentarios fue a Claudia Sheinbaum y no por las propuestas o las respuestas a los ataques, sino por la postura firme y mesurada que incluso fue llevada a las redes sociales más como critica, pero que a mi parecer es una de sus fortalezas.
A Xóchitl Gálvez le llovieron críticas por sus minutos finales, aunque no mostró nada nuevo a lo que ya ha demostrado en conferencias y en redes sociales, un discurso muy sobrevalorado con tintes de reportajes de canales contrarios a la 4T.
Jorge Álvarez Máynez, como en su momento Quadri o El Bronco, juega a ser el diferente, el alternativo, el mejorcito de lo que ya sabemos que hay; una estrategia que tampoco ha hecho a nadie presidente.