Luego de meses de jaloneos por las candidaturas para el Congreso local y federal en Hidalgo, en Morena comienzan a entender que para competir a la alianza del PRI, PAN, PRD y PESH, se requiere de algo más que el simple emblema del partido o el nombre del Presidente.
La inclusión en días pasados de perfiles externos a su propio partido para las diputaciones locales, es una de las principales molestias de la militancia, pero también es una muestra de que parecen estar entendiendo el ajedrez político de cara al 6 de junio.
La cerrazón característica de la formación opositora, donde nadie tiene la razón más que el que la esboza –práctica que llevó al PRD a la debacle- está siendo dejada de lado por temas como la estrategia y los números de la elección.
Hacer efectiva su alianza con PT, Verde y Panal, únicamente es posible con la suma de factores como el pasado inmediato de dichos partidos, sus zonas de influencia, su estructura y organización, y desde luego sus recursos, pocos o muchos, pero al final recursos.
Ante ello se alista Morena este día para registrar a sus aspirantes a San Lázaro entre los que destacan 4 de los actuales diputados federales: Fortunato Rivera en Huejutla, Simey Olvera en Actopan, María Isabel Alfaro en Tulancingo y Lidia García en Pachuca.
Al Partido Verde le asignaron Tula y al PT Ixmiquilpan, además de que postularán al ex regidor por Pachuca, Navor Rojas, para Tepeapulco. Las suplencias serán en parte para Nueva Alianza, con la consigna de que la movilización magisterial tendrá sus efectos en las urnas y posteriormente en la ganancia de espacios para los integrantes y operadores de dicho partido.
Nueva Alianza parece estar muy a gusto con tales determinaciones, y ese parece ser el gran paso en ceder por parte de Morena para que pueda avanzar su estrategia de coalición, que aunque tarde, luce por fin competitiva a una semana del inicio de las campañas.
Eduardo González
