Que durante la ordenación episcopal del nuevo obispo auxiliar de Puebla, monseñor Francisco Martínez, se tomó la decisión de distinguir la presencia del precandidato a la gubernatura por Morena, Alejandro Armenta. Y es que al evento litúrgico fueron invitados los dos precandidatos, tanto el morenista como el panista Eduardo Rivera. Cada quien llegó por su lado y fueron sentados en alas opuestas: Armenta la norte y Rivera en la sur; sin embargo, uno de los organizadores con alzacuello fue hasta el lugar del precandidato de izquierda y lo colocó en la parte central, al lado de Javier Aquino y de la familia del nuevo obispo, mientras que al precandidato de derecha no lo movieron. ¿Alguien habrá querido quedar bien? ¿Fue un acto involuntario? ¿Se quiso mostrar un evidente favoritismo?
Que por cierto, a este evento religioso acudieron los obispos poblanos Eugenio Lira, quien es titular de la diócesis de Matamoros, Tamaulipas y Felipe Pozos, obispo de Ciudad Obregón, Sonora. También hay que mencionar a Dagoberto Sosa quien está al frente de la diócesis de Tlapa, en Guerrero. Como se puede observar, los tres purpurados poblanos se encuentran en regiones del país donde la violencia y la inseguridad es la constante, sumando otros fenómenos como el desbordamiento de la migración, al ser regiones de paso y descanso de centroamericanos y connacionales.
Que el impresentable de Leobardo Soto fue visto en el cierre de campaña de Alejandro Armenta en San José Chiapa. Para el morenismo poblano la presencia del líder de la CTM les es indiferente, y no goza de su agrado y afecto a diferencia de otros priistas, tanto que evitaban tomarse la foto con él. Por cierto, ¿hasta cuándo la dirigencia del PRI va a iniciar su proceso de expulsión?
Que hablando del PRI, el actual dirigente Néstor Camarillo es la ficha de Alejandro Alito Moreno para ser candidato al Senado, con pocas posibilidades; sin embargo, será la oportunidad para descubrir quién está tomando las decisiones de cara al proceso de junio, ya que Xóchitl Gálvez no quita el dedo del renglón para que sea Nadia Navarro la que vaya en la segunda fórmula, toda vez que Jorge Estefan Chidiac quedó descartado. Se dice que no logró negociar con el dirigente nacional, que le puso un costo impagable a la candidatura.