Que en un cerrado duelo de ocurrencias, dos personajes de Morena se las arreglaron para hacer ruido con motivo de la pandemia, atribuyéndose facultades que ni el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encargado de la estrategia. Primero la senadora por BCS Lucía Trasviña organizó un foro (cancelado por la tunda en redes) con el experto en ovnis Jaime Maussan como plato fuerte, presentando un tratamiento contra el covid, seguida del alcalde Jonathan Ávalos, quien anunció una “fórmula magistral”, desautorizada ya por el gobierno de Coahuila.
Que al final las diferencias de la cúpula empresarial con la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, tuvieron eco en Palacio Nacional y ayer Carlos Salazar y Antonio del Valle salieron con el compromiso presidencial de una “sesión permanente” con el gabinete laboral en busca de sacar una regulación a la subcontratación por consenso entre autoridad e IP, que insiste en sí a cambios, pero no a las factureras. A ver.
Que la dirección general del IPN lleva cuatro días acéfala porque el viernes 20 de noviembre concluyó el trienio de Mario Alberto Rodríguez Casas, director designado en el gobierno de Enrique Peña y cuestionado por diversos temas como subejercicios presupuestales y la demanda estudiantil de un congreso nacional politécnico.
Que en el INE que preside Lorenzo Córdova sigue el pataleo de los partidos que se resisten a las nuevas reglas de reelección de diputados porque no quieren renunciar al cargo durante la campaña. Los de Morena son los primeros en resistirse y al menos ya lograron retrasar la aprobación hasta el 2 de diciembre, aunque los consejeros no piensan ceder.
