Que hubo quienes dentro y fuera del oficialismo interpretaron el aplazamiento de la reforma para empatar la consulta de revocación de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum con las elecciones intermedias de 2027 como un manotazo del coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, para mostrar su fuerza y control sobre la bancada ante el presunto intento del vicecoordinador Alfonso Ramírez Cuéllar de impulsar su iniciativa sin palomeo previo de la cúpula guinda en San Lázaro.
Que nunca estuvo en riesgo el estadio Azteca como sede de la inauguración de la Copa del Mundo 2026 el 11 de junio del próximo año, a pesar de las versiones que aseguraban que el presidente de EU, Donald Trump, estaba presionando a la FIFA para que cambiara la apertura, pues ayer la mandataria Claudia Sheinbaum afirmó que esta decisión no estuvo en duda mientras que el director ejecutivo de esa federación en México, Jurgen Mainka, aseguró que esa determinación se tomó hace 10 meses y desde entonces está firme. Bueno.
Que en el gobierno federal empiezan a ver con sospecha los amagos de organizaciones campesinas que, aprovechando los acuerdos con los maiceros del Bajío, han solicitado mesas de diálogo e incluso anunciado manifestaciones y bloqueos en puntos estratégicos, porque quieren conseguir subsidios. Sin embargo, desde la Secretaría de Gobernación, que encabeza Rosa Icela Rodríguez, han identificado en estos grupos intereses políticos y motivaciones que están lejos de la lucha del agro. A ver.
Que durante el arranque de las comparecencias de aspirantes a magistrados electorales, el tamaulipeco Ángel Ávila efectuó su videoentrevista desde una habitación que parecía el cuartel de los Siervos de la Nación o, por lo menos, de las brigadas de la Secretaría de Bienestar, llena de chalecos guindas, lo que generó reclamos de los senadores de oposición, integrantes de la Comisión de Justicia, quienes una vez más pusieron en duda la imparcialidad en los órganos comiciales.
