Que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, ya se puso en contacto con el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Defensa Nacional, para que la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de Culiacán, que dejó apenas el viernes Mauricio García Rodríguez, sea ocupada por un militar en activo y no por el encargado de despacho, Jaime Othoniel Barrón, designado por el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil. Se trata de una maniobra para impedir que el narco se apodere de aquellas oficinas encargadas de combatirlo, solo así se entiende ese manotazo en la mesa.
Que en los próximos días la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz, solicitará nuevas órdenes de captura contra ex mandos de la institución y de otras dependencias por anomalías cometidas en el caso Ayotzinapa, como Gualberto Ramírez Gutiérrez, ex fiscal antisecuestro de la extinta PGR, por quien este fin de semana se solicitó su detención por desaparición forzada, tortura y otros delitos. Por cierto, en el gobierno sigue la molestia contra esos ex servidores públicos, cuyas acciones abrieron la puerta a la liberación de muchos involucrados en la desaparición de los 43 normalistas.
Que la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados debe cumplir a más tardar este miércoles con la sentencia que le obliga a otorgar a Movimiento Ciudadano un asiento en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, aunque la mayoría de Morena, encabezada por Ignacio Mier, mantenga hasta ahora la postura de rechazar esa resolución. Ante tal negativa, solo hay que recordar que los fallos de los magistrados son constitucionalmente inatacables y desdeñarlos conlleva la destitución del cargo. A ver.
Que el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, anduvo de visita ayer en Casa Jalisco, donde el gobernador Enrique Alfaro mostró su “respeto” y “admiración” al purpurado, lo consideró “actor clave” en el análisis de la agenda estatal y hasta se comprometió a llevar los temas tratados con el religioso a la mesa de seguridad de la entidad. Eso sí, el mandatario estatal comunicó después que todas las iglesias, no solo la católica, tienen las puertas abiertas para tratar cualquier tema con su administración, primordialmente aquellos relacionados con recuperar la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
