Que los presidentes del INE, Lorenzo Córdova, y del TEPJF, Reyes Rodríguez Mondragón, inician hoy una gira para demostrar que no existen ya las diferencias que los enfrentaron en el pasado y que ahora el objetivo común es demostrar que el sistema electoral mexicano funciona bien y que los próximos comicios serán impecables. Todo esto al tiempo de que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, presentó una controversia constitucional para invalidar el acuerdo del instituto que ordena al presidente Andrés Manuel López Obrador retirar la propaganda difundida en internet y redes sociales por interferir en los tiempos de la consulta de revocación de mandato.
Que el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, pedirá mañana a AMLO que antes de que termine su encargo al frente de la Presidencia brinde todo su apoyo para hacer realidad el proyecto Gran Parque de la Plancha, una extensión de 22 hectáreas que antes fue una estación de ferrocarriles y que ahora el mandatario estatal busca convertir en “el pulmón de Mérida”, donde se celebre la cultura, la historia y los tesoros naturales de Yucatán. El panista asegura que se trata de un plan con características únicas en América Latina y, además, complemento ideal del Tren Maya.
Que en estos días el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado, que encabeza Clemente Castañeda, ha llevado a su máxima expresión el dicho “a río revuelto, ganancia de pescadores”, pues anda a la caza de aquellos legisladores descontentos con sus partidos por razones diversas. Si su estrategia funciona, la fracción naranja puede ser determinante en futuros debates como las reformas eléctrica y electoral. Por ahora se habla de panistas, priistas y hasta morenistas que quieren cambiar de aires. A ver.
Que la senadora del PRI Nuvia Mayorga denunció ayer en redes sociales una agresión infligida por una compañera, quien en un chat interno de WhatsApp escribió: “¡Qué sarta de idioteces está diciendo, Nuvia, neta!” El incidente puede pasar por un intercambio normal entre legisladores cuando un debate sube de temperatura, si no fuera porque la “agresora” fue la morenista Malú Micher, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, encargada, según la priista, de fortalecer la participación de la mujer en todos los ámbitos. Hubo disculpas en privado y en público, que fueron aceptadas.
