:Que el senador priista Raúl Cervantes, quien en su momento aspiró a ser ministro de la Suprema Corte, sí acudió ayer a la sesión donde comparecieron los seis candidatos al cargo. Lo lamentable de la sesión es que muchos otros no estuvieron y de pronto el salón de plenos se veía vacío.
A pesar de que el reglamento prohíbe desde el año pasado realizar reuniones, foros, seminarios, etcétera, que se empalmen con la sesión, el presidente Roberto Gil no ha podido poner orden y cada quien organiza lo que se le ocurre.
:Que para el nombramiento de los ministros de la Corte que suplirán a Juan Silva Meza y Olga Sánchez Cordero, en el Senado eligieron un procedimiento poco usual, pero que tiene satisfechos a propios y extraños.
Las comparecencias ante la Comisión de Justicia, que preside Fernando Yunes, serán abiertas no solo a los integrantes, sino a cualquier senador que quiera escuchar a los aspirantes, sin límite de tiempo, además de que incorporarán preguntas de la sociedad civil.
:Que significativo resultó que durante la recepción oficial al jeque del reino de Qatar, Tamim Bin Hamad Al Thani, con quien más tiempo se detuvieron a platicar tanto el presidente Enrique Peña Nieto como el visitante fuera con el director general de Pemex, Emilio Lozoya, sin duda, derivado del interés que dentro de la reforma energética ofrece Petróleos Mexicanos, como una de las empresas del ramo más atractivas para desarrollar proyectos conjuntos.
:Que también a los políticos mexicanos les comenzó a latir el corazón pambolero en vísperas de la liguilla por el campeonato de primera división y en el Palacio de San Lázaro fue el diputado presidente, Jesús Zambrano, quien ostentó ayer una corbata auriazul como cábala a favor del equipo de la UNAM: “Yo soy puma de corazón, lo que no significa que soy antiotros, además de que este color es medio perredista, ¿no?”, dijo el sonorense.
A ver si no les echa la sal.
:Que en el PRI hay muchos sorprendidos con el nombramiento de Víctor Calvillo Carlos como director general de Participación Social en la Secretaría de Desarrollo Social, que encabeza José Antonio Meade.
La sorpresa se origina en que Calvillo Carlos ocupó ese puesto en los tiempos de la panista Josefina Vázquez Mota como titular de esa dependencia, de la que era, dicen, “muy cercano”.